En medio de un escándalo por compra de votos, el trinitario Jack Warner amenazó en 2011 con producir un tsunami en el mundo del fútbol si hablaba. No necesitó abrir la boca: años más tarde fue pieza clave en el derrumbe de Joseph Blatter.
«En los próximos días, verán un tsunami en el fútbol que golpeará la FIFA y el mundo y les impactará», dijo Warner antes de renunciar cuando era vicepresidente de la FIFA a todas sus funciones dentro del fútbol en junio del 2011, para evitar una investigación por un caso de sobornos para comprar votos de países del Caribe.
La amenaza de Warner fue premonitoria, aunque el cataclismo en definitiva lo arrastró: el miércoles pasado fue detenido en Trinidad como parte de la investigación estadounidense del amplio esquema de corrupción en la FIFA, que produjo imputaciones contra nueve directivos actuales y pasados de la institución.
LA ACUSACIÓN
Warner, habría recibido en 2008 unos 10 millones de dólares del francés Jerome Valcke, una transacción clave en la investigación contra la FIFA, una revelación hecha por el diario The New York Times, acusación que por el cual Joseph Blatter, anunció su renuncia de la presidencia de la FIFA.
Durante su carrera, no faltaron acusaciones: por reventa de entradas tanto en Trinidad como en competiciones internacionales, uso indebido de dinero donado a víctimas del terremoto de Haití para que pudieran ver el Mundial de 2010.
Ahora, el ex vicepresidente y otras cinco personas involucradas en el caso, fueron puestos este miércoles en la lista de los más buscados de Interpol, que emitió avisos de búsqueda internacionales.
PLAN ESTADOUNIDENSE
En Trinidad y Tobago, Jack Warner ha negado todas las acusaciones en su contra y ha arremetido contra Estados Unidos, que dice que fraguó la campaña contra la FIFA porque nunca pudo digerir la pérdida de la organización del Mundial-2022.
«Todo esto tiene como origen la candidatura desgraciada de los Estados Unidos para organizar la Copa del Mundo 2022», dijo Warner en un mensaje en Facebook el fin de semana.
WARNER FUERA DE PRISIÓN
Luego de su arresto, Warner solo salió en libertad tras pagar una fianza de 400 mil dólares. Ahora debe esperar que la justicia trinitense decida si será extraditado a Estados Unidos para responder por los cargos de corrupción.
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