La belleza es apetecible, deseada, buscada. ¿Quién en su sano juicio ansía encarnar la fealdad? Grandes mitos han cantado la urgencia humana por poseerla. Primero los africanos. Fue en el mito cosmogónico en el cual Shango, el perfecto, se enloquece con la belleza de su cuñada Oya, diosa de los vientos, estableciendo la infinita guerra con su hermano Ogun, dando curso a la neurótica cólera que desata los celos y la infidelidad. La misma historia se repite con la hija de Zeus y Leda, Helena, la reina de Esparta, secuestrada por el príncipe Paris y llevada a Troya. Hasta el propio Aquiles es recordado por la mortandad épica que acompañó la hermosura de Helena. La belleza es por naturaleza raptable. Su influjo es tan difícil de ignorar que nos arrebata a nosotros mismos. Lo bello provoca, seduce hasta el punto que enajena de cuan bello, tornándose lejano y cercano a la vez.
En Venezuela la belleza partió lejos. El Paris traidor, mentiroso, insensato secuestró las vías hacia la buenamozura dando curso al desabastecimiento, la inflación, el despilfarro y las políticas económicas erradas que han liquidado la belleza, hasta los cimientos básicos. No es normal, como antes, adquirir lo primordial para el aseo: desodorante, talcos, shampú, tintes del cabello (la mega desgracia), cremas, desrizantes. Yo parezco que estoy en mi tribu originaria. Tomé un tenedor y me alborote el afro, como en la niñez, olvidando la melena lacia y sedosa. Los costos se han híper incrementado pues toda la utilería del glamour es importada y el desequilibrio del dólar pasó factura. Y no les cuento las operaciones de belleza, desde las simples hasta las inyecciones mustias de vitaminas que no hay… ¿Quién paga esta cuenta? ¿A quién afecta más el problema del dólar? ¿A todos por igual en Venezuela? ¡No!
Los ricos tienen sus dólares en el extranjero, tanto como los mafiosos y los burócratas corruptos. Está claro. Es el pueblo voluminoso, la extinta clase media y los pobres de siempre que sudan para buscar el pan y las cositas mínimas con que vivir y hacerse el aseo básico. Ahora todos los venezolanos estamos y vivimos en condiciones de gran pobreza, desde lo ético, pasando por la inseguridad, hasta la depresión profunda en el mercado de bienes y servicios. La vida toda se trastocó porque así es la economía. Economía no es teoría económica, ni política económica, es hambre o felicidad. Ojalá esta clase la aprenda el pueblo.
¿Me gustaría saber si todo el aquelarre de los partidos existentes antes del actual gobierno que hace la guerra por twitter, tienen champú en Florida y Miami?. Estúpidos, cretinos los que por su proceder equivocado en el poder dieron paso la vida de miseria actual que hay en Venezuela. Los más básicos, viejos, caducos se reúnen para decir que sin ellos no hay salvación. Dan pena con sus hijos en USA gastando los dólares que se robaron…Que horripilancia de gente. Tanto como las espurias políticas económicas del gobierno. En Guayana, Raul Yusef insiste en la política, donde nunca ha coronado nada trascendente, a pesar de su insistencia. Será un problema de belleza o de otras cosas…Digo yo??
Me gustaría ser secuestrada por un Paris, quedarme en la Troya vieja para no sufrir viendo a mis paisanos pasando tanta roncha con toda esta pobreza. Si tan sólo quedara un Aquiles, ¿quizás? renacería Afrodita con su alucinante belleza natural…
@conexionaragua
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