Asesinan a adolescente dentro de su vivienda

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El hecho ocurrió la noche de este viernes, en el sector Francisca Duarte, San Félix. Vivía con su concubina e hijo de apenas 9 meses.

A José Ramón Rodríguez Patiño, sus verdugos ya lo tenían ubicado.

Quienes acabaron con la vida del adolescente de 17 años de edad, sabían dónde vivía y con quién estaba en las noches.

A las 7:25 de la noche de este viernes, el sonido de las cadenas de portón principal de su casa, ubicada en el sector Francisca Duarte, en San Félix, lo alertó y cuando salió a ver lo que pasaba, varios tipos lo apuntaron y le dispararon en reiteradas oportunidades hasta desplomarlo al suelo.

Aun cuando había caído y gritaba que lo dejaran vivir, los pistoleros seguían ensañados.

Cuando notaron que había dejado de moverse, salieron corriendo y desaparecieron de la escena del crimen.

LO AUXILIARON

Los moradores escucharon las detonaciones y estaban resguardados.

Aparentemente, en el sector es común que se enfrentes “cabecillas de bandas”, y se den “tiroteos”.

José Ramón estaba con su concubina y su niño de 9 meses de edad. Los nervios atacaron a su pareja cuando lo vio ensangrentado y con los ojos cerrados. Desesperadamente comenzó a gritar pidiendo ayuda, pues el muchacho aun respiraba.

En ese entonces, los vecinos no tardaron en salir a ver quién había sido el baleado. Al percatarse del herido y la desesperación de su pareja, decidieron prestar el apoyo para llevarlo a un centro de atención médica.

Uno de los vecinos dispuso de su vehículo. Al joven lo cargaron entre varios hasta el asiento trasero. Lo llevaron al hospital Dr. Raúl Leoni de Guaiparo.

Eran las 8:00 de la noche para el momento de su ingreso.

Los galenos y enfermeras de guardia, lo estabilizaron para referirlo al quirófano.

Resulta que cuando lo pasaron a la sala de cirugía y los doctores estaban listos para operarlo, José Ramón dejó de respirar.

Fueron múltiples tiros los que recibió en el pecho y en la cara.

SE ESCONDIERON

Para el momento de las detonaciones, la esposa de José Ramón, tomó al niño en sus brazos y se escondieron en una de las habitaciones de la casa.

El bebé no paraba de llorar, pero los pistoleros no se metieron con ellos.

Tampoco se preocuparon por revisar la residencia ni por cargar con los objetos de valor.

LOS ESPERABAN

La versión de los lugareños, es que los sujetos pasaron a la casa y cuando el jovencito trató de mediar con ellos, estos se alteraron y lo balearon.

Supuestamente, los delincuentes llegaron caminando y cuando hicieron su cumplido en la esquina de la cuadra, unos “compinches” los esperaban para huir.

Trasciende que se trasladaban en un vehículo, que cuyas características se desconocen.

ARAMARAN LAS PIEZAS

Versiones extraoficiales de los cuerpos de seguridad, alegan que el crimen fue por un ajuste de cuentas.

Sin embargo, serán los agentes del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), los que llevarán las riendas del caso y juntarán todas las piezas, para determinar el móvil de este asesinato.

Ayudante de albañilería

José Ramón Rodríguez Patiño se dedicaba a trabajar la albañilería.

Salía a trabajar con su papá, como ayudante en varias construcciones.

El resto de sus allegados residen en Tucupita. Él desde pequeño se quedó con su papá hasta que conformó su familia y decidió asumir la responsabilidad de convivir junto a su esposa e hijo de 9 meses.

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