Autoridades policiales están tras la búsqueda de los posibles responsables del crimen. Así mismo no descartan que en el homicidio estén involucradas bandas delictivas que operan en los sectores adyacentes
Múltiples ráfagas de detonaciones acabaron con la tranquilidad de los residentes de la calle 15 y 16, en la comunidad Francisca Duarte, San Félix, pasadas las 7:49 minutos de la noche de este viernes. Las sospechas sobre una nueva víctima del hampa estaban por confirmarse.
Entre los callejones que divide al sector se escuchaban los pasos de varios individuos que corrían para huir de la escena.
Nadie vio, nadie supo, solamente algunos moradores se atrevieron a salir de sus residencias; y al voltear sus miradas, pudieron observar la humanidad de Rafael Zecviek, de 46 años de edad, quien yacía en medio del asfalto y la penumbra.
Rápidamente los gritos de auxilio de algunos habitantes se escucharon, quienes en aras de tratar de salvarle la vida, solicitaban una unidad vehicular con la intención de trasladarlo al Hospital Dr. Raúl Leoni de Guaiparo; sin embargo, el esfuerzo fue nulo. El brillo de sus ojos se iban desvaneciendo y su piel iba tornando a un color pálido.
Recorrido mortal
Tres perforaciones de proyectil a la altura del pecho fueron suficientes para segarle la vida al infortunado, quien residía unas cuadras más abajo del sector.
Versiones apuntan a que Zecviek tenía vinculación con bandas delictivas de la zona, mientras que otras, lo desvinculan del móvil, puesto que de acuerdo a la información aportada por funcionarios del Centro de Coordinación Policial (CCP) Francisca Duarte, lo asesinaron por oponerse al robo de sus pertenencias.
En medio de un charco de sangre; casquillos de bala y centenares de curiosos estaba el cuerpo sin vida.
Vecinos aseguraron que la familia se limitó a aportar alguna información sobre el occiso. “Solo llegaron llorando y pegando gritos. Sabíamos que era de la zona porque lo conocíamos de vista; más no a lo que se dedicaba”, dijo una señora quien en voz baja narraba el episodio violento.
Se pudo conocer que Zecviek, quien en vida se dedicaba a ejercer el oficio de albañilería, vivía en el sector 4 de la comunidad y al momento de ser asesinado no portaba sus documentos personales.
Solo estaba vestido con una camisa azul con negro y un pantalón blanco. Después de una hora, sus familiares lo reconocieron por el rumor que se corrió en la comunidad.
“A él lo corretearon”
Así mismo los efectivos del CCP informaron que por la forma en que fue ultimado y las pesquisas dejadas en la escena, no descartan que Rafael haya sido “correteado”. Funcionarios del Eje Contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) Subdelegación Ciudad Guayana realizaron el levantamiento del cadáver y recolectaron las evidencias necesarias que permitirán esclarecer el motivo del asesinato.
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