Basura, el gran enemigo en temporada de lluvias

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La corresponsabilidad de las autoridades y la ciudadanía no puede eludirse. Unos para ofrecer un servicio eficiente de aseo urbano, y los otros para evitar lanzar desperdicios a la calle, drenajes y canales

No es pretensión convertirla en “Oslo, la limpia”. Tampoco que el problema se resuelva en un abrir y cerrar de ojos. No obstante, cada año se anuncian planes para la recolección de basura en Ciudad Guayana, que se diluyen entre la incontinencia política y la escasez de recursos para comprar un caucho.

Al atravesar las grandes avenidas, los vertederos nada “espontáneos” dan muestra de una ciudad deteriorada en valores, principalmente, cuya consecuencia es la contaminación y el colapso de parrillas de drenajes, canales naturales y artificiales.

Ante la temporada de lluvias, consultamos la voz experta de José Zamora, capitán de Bomberos Municipales, quien admite el difícil problema de la recolección de desechos sólidos en la ciudad ante la desinversión y la situación país, que prorroga esta problemática sin que hasta ahora se vea luz al final del túnel.

“Hay ganas de trabajar, hay proyectos aprobados, pero lamentablemente los recursos económicos son escasos y deben ser administrados siguiendo las leyes. La Alcaldía ha impulsado los planes de saneamiento en la ciudad; el alcalde Tito Oviedo es el primer interesado en que este problema sea solucionado. Sin embargo, hay limitaciones”, expresa en torno al rol del gobierno municipal.

Corresponsabilidad

En 1991, la organización Bioma incluyó a Venezuela entre los países que per cápita más genera basura, 62% de origen doméstico y 38% de origen industrial.

En Caroní convivimos 1 millón 50 ml habitantes, según el censo INE de 2011. Aquí se “producen” 1.200 toneladas diarias de desechos (36.000 al mes). En noviembre de 2016, el Gobierno prometió 30 compactadoras que no han llegado. Esta semana, los 20 camiones privados contratados para la recolección, pararon operaciones por falta de pago (3 mil bolívares diarios a cada uno). ¿Quién está recogiendo la basura? Es la pregunta de las 10 mil lochas.

Mientras tanto, encima tenemos el invierno o temporada de lluvias en el país, y se extenderá hasta septiembre, aproximadamente. Así pues, casi todos los escenarios de inundaciones previstos por Bomberos Municipales y Protección Civil, están relacionados con los desechos que la ciudadanía arroja a la calle, terrenos baldíos, cañerías, cárcavas y canales.

El trabajo de evaluación e inspección en sectores de riesgo para acometer planes de mantenimiento en zonas críticas ya está en manos de la Corporación de Servicios Patrióticos de la Alcaldía de Caroní. Sin embargo, la comunidad juega un papel importantísimo.

“A veces, por inconformidad, los ciudadanos lanzan la basura a las calles, lo que conlleva a la destrucción de la vialidad, ya que las aguas socavan el terreno y las carreteras. ¿Y a quién afecta? A la propia comunidad, a todos, por cuanto por ahí transitamos y convivimos”, reflexiona Zamora.

Ante este panorama, el también coordinador de Seguridad Ciudadana pide mayor nivel de consciencia entre los guayacitanos, para evitar arrojar desechos sólidos en calles y canales. “Reconocemos la difícil situación, pero no contribuyamos a que empeore”, añade en torno a la corresponsabilidad gobierno – comunidad.

Escenarios de riesgo

Zamora enumeró otros cinco escenarios de posibles inundaciones si las lluvias se intensifican en la región Guayana.

El primero lo ubica en las zonas residenciales no planificadas, como invasiones, donde no existen canales de desagüe. Luego los espacios urbanos donde estos  canales artificiales han sido obstruidos por la basura, y están las cárcavas, como las de Villa Bahía y San José de Chirica (El Cañón del Diablo), famosas porque cada vez que llueve, aumenta su diámetro y afecta más viviendas a su alrededor.

El cuarto escenario es el de las crecidas de los ríos Caroní y Orinoco, cuyo monitoreo frecuente, a través de Corpoelec y el Instituto Nacional de Canalizaciones, ha permitido prever cualquier peligro. Estima que a esta fecha, la cota del Caroní es de 7 o 7,20 metros, lejos aún del nivel de afectación de 11,17 metros.

Las zonas rurales de las parroquias Pozo Verde y Yocoima completan este informe preventivo, ante las posibles crecidas de los ríos Yocoima y Ure, que a juicio de Zamora, son impredecibles y su caudal aumenta de forma violenta, a diferencia de los ríos Orinoco y Caroní.

En cualquier de estos escenarios, la acumulación de basura es el denominador común como detonante de problemas.

Para el comandante de Bomberos de Caroní queda mucho por hacer. Pero hay voluntad política y compromiso entre los funcionarios.

Ejemplos que copiar

En países varios países hay experiencias importantes para replicar. Muy cerca, Bogotá (Colombia) y Cochabamba (Bolivia) son ciudades que a pesar de las diferencias demográficas con respecto a Caroní, se ubican entre las mejores del mundo en gestión de residuos. En Guayana, si tan solo empezáramos con una planta de reciclaje, sería un gran avance.

En Oslo, Noruega, comenzaron con bolsas de colores para separar los desechos. Así crecieron en consciencia y económicamente, y hoy es llamada “Oslo, la limpia”, ciudad que importa, sí, leyó bien, importa basura para sus plantas de energía eléctrica y calefacción.

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