UNA DE VAQUEROS
OSCAR MARCANO
La truculencia no tiene límites. No solo el odio y la mentira se ha instaurado pavorosamente y sin escrúpulos en el discurso del gobierno como recurso desesperado ante un fracaso imposible de negar: ahora los temas han descendido hasta los abismos. Si alguna vez la línea argumental de la presidencia fue mantener viva la esperanza de las mayorías pintando a diario una estampa de optimismo, la incapacidad de mantener siquiera una sensación de normalidad en la vida cotidiana les hace apelar a los recursos más atroces en política comunicacional.
Con apenas 24, 3% y con una diferencia de 20 puntos en contra en las elecciones del 6 de diciembre, recurren a lo más oscuro, lo más bajo: los hechos de sangre.
DESCUARTIZADORES
EDUARDO ROTHE
Los jefes opositores no quieren (ni pueden) imaginar una Venezuela diferente a la que perdieron, la única que les conviene, y por eso su único programa es la caída del «régimen» y la eliminación del chavismo.
Todo aquel que comparta esta simpleza es bienvenido: no son selectivos. Les gusta estar apoyados electoralmente por una gran masa de ingenuos cuyo antichavismo elemental es manipulado por los medios de comunicación Un potpurrí de lo peorcito, pagado en dólares. Todo aquel escuálido capturado infraganti en algún crimen, sin importar el papel que haya tenido en la oposición, es primero declarado víctima de un complot del gobierno y si la evidencia es abrumadora, de «infiltrado chavista».
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