Caricaturistas latinoamericanos esgrimen sus lápices tras ataque en París

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Caricaturistas latinoamericanos condenaron el sangriento atentado contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo, ocurrido el miércoles en París.

Artistas como el argentino Liniers, el brasileño Carlos Latuff y el chileno Francisco Olea difundieron dibujos para expresar su pesar por la muerte de sus colegas.

Liniers tuiteó un dibujo con la leyenda «Estamos con #CharlieHebdo», solidarizándose con la publicación francesa.

Poco después, el dibujante que recientemente ilustró la tapa de la revista estadounidense The New Yorker publicó otro dibujo en el que se observa a un personaje comentándole a otro: «Yo, de lo que soy fanático es de no ser fanático».

Su compatriota y colega Bernardo Erlinch publicó una ilustración en fondo negro en la que se lee: «Se ha puesto tan serio el mundo que el humor es una profesión de riesgo». Abajo, sobre un charco de sangre, se ve un ejemplar del Charlie Hebdo.

El chileno Francisco Olea escribió «Se puede acabar el agua en este planeta pero si se acaba el humor, nos morimos todos». Poco después retuiteó una composición del artista callejero Banksy, en la que aparecen instrumentos de diseño como lápiz, goma de borrar, regla y sacapuntas colocados de manera que forman un fusil y enmarcada con la inscripción «¡A tomar las armas compañeros».

Su compatriota, Guillermo Galindo (Malaimagen), tuiteó un diseño en blanco y negro que presenta a Jean Cabut, Georges Wolinski, Tignous y Stephane Charbonnier, cuatro de los cinco caricaturistas muertos, atacando con lápices a dos agresores encapuchados que resisten con armas largas.

El brasileño Carlos Latuff, crítico de la publicación francesa, también utilizó su cuenta de Twitter para difundir una tira que muestra a dos hombres armados abriendo fuego contra la sede del Charlie Hebdo. De la puerta del edificio sale una mancha de sangre, destacada en color rojo. Al fondo, las balas atraviesan el edificio y alcanzan una mezquita. «Este tipo de acción sólo favorece al discurso antiislámico y antimigración, cada vez más fuerte en Europa», dijo a la agencia local EBC.

Laerte, uno de los más reconocidos humoristas gráficos de Brasil, también condenó el ataque, pero señaló que, si bien siempre estará a favor de que exista la libertad de expresión, ésta «existe en un mundo que no puede ignorar un contexto de mayoría religiosa y meterse con los dogmas de aquella religión impunemente», dijo al diario Folha de Sao Paulo.

El colombiano Vladimir Flores, conocido como Vladdo, manifestó su tristeza por el hecho tuiteando fotos de 2010 en las que aparecía con dos de los asesinados.

En entrevista con la publicación Semana recordó que, siendo musulmán, «es difícil» opinar sobre las caricaturas de la controversia, «pero aquí el punto no es si las caricaturas eran ofensivas o no, sino que a todas luces es una reacción desproporcionada para una caricatura».

Por su parte, el ecuatoriano Xavier Bonilla (Bonil), cuyo trabajo lo colocó en el centro de una polémica judicial con el gobierno en su país, dijo en entrevista a CNN en Español: «Podemos discrepar a través del humor, pero en suma ése es el sentido del humor: permitirnos a través del humor sobrellevar muchas taras y problemas que tenemos en nuestros países actualmente».

Otros que expresaron su rechazo a la masacre fueron los brasileños Maurício de Sousa, Adao Itussurugai, Allan Sieber, André Dahmer y Ziraldo, a los que se sumaron el colombiano Julio César González (Matador), el venezolano Eduardo Sanabria (Edo) y su compatriota Rayma, recientemente despedida del diario El Universal por discrepancias políticas.

El ataque contra Charlie Hebdo dejó doce muertos, entre ellos dos policías, y 11 heridos. La redacción del periódico fue diezmada, ya que entre los muertos figuran varios de sus principales dibujantes.