La 133 edición del carnaval de Niza, uno de los más famosos del mundo, empezará el sábado bajo grandes medidas de seguridad después de que la ciudad decidiera mantenerlo a pesar del atentado del año pasado que dejó 86 muertos.
El desfile evitará el Paseo de los Ingleses, donde el 14 de julio de 2016 un francotunecino se abalanzó con un camión contra la muchedumbre que celebraba la fiesta nacional francesa.
Hasta el próximo 14 de julio, cuando se cumpla un año del atentado, está prohibido organizar cualquier evento en la avenida por respecto a las víctimas.
«Nunca antes el nivel de seguridad ha sido tan alto en Niza para un evento de estas características», manifestó el prefecto local, Georges-François Leclerc.
Por primera vez el carnaval se celebrará protegido con vallas. El acceso se hará a través de 36 pórticos de seguridad vigilados por 200 agentes encargados de registrar a los participantes.
También estarán prohibidos los disfraces con accesorios como sables de pirata o pistolas de cowboy para evitar crear pánico.
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