¿Quiere fortalecer su Pensamiento Estratégico?
Estamos ante cambios profundos y permanentes. Debemos revisar muchos conceptos, cambiar muchas maneras de hacer las cosas, incluso cambiar hábitos, actitudes y maneras de pensar e interpretar nuestras cambiantes realidades.
Todas las personas, sin excepción, están obligadas a desarrollar el llamado Pensamiento Estratégico, es decir, fortalecer esa capacidad de “mirar” lejos, de tener pensamientos relevantes sobre nuestras vidas futuras, nuestras aspiraciones, las metas que deseamos y esos anhelos y deseos para nuestras vidas.
El Pensamiento Estratégico es lo contrario del corto plazo, del inmediatismo, de la improvisación, de andar disperso y desenfocado en nuestras vidas, así como de la banalidad, superficialidad, apariencias Significa consolidar nuestra visión trascendente, relevante, sustanciosa y futurista. No podemos ser simplistas y vivir de apariencias y superficialidades.
Los líderes del momento, han comprendido la trascendental y crucial importancia del Pensamiento Estratégico y lo están aplicado en sus vidas y en las organizaciones, instituciones o empresas, donde tengan influencia.
¿Cómo de desarrolla ese Pensamiento Estratégico?
Les daré unos “tips” muy útiles y relevantes, para avanzar en la búsqueda, del llamado Pensamiento Estratégico.
1.- Capacidad para desechar viejas maneras de pensar.
Debemos empezar por este aspecto. La Nueva Normalidad, esa realidad que ahora se hizo presente en el mundo entero, requiere de cada ser humano, una decidida e inquebrantable voluntad por superar las viejas y ya obsoletas maneras de pensar y hacer las cosas. Resistirse a desechar esos viejos pensamientos, hábitos y maneras de actuar, nos puede llevar a serias dificultades. Es comprensible que los seres humanos, se “apeguen” a seguir repitiendo pensamientos y actitudes, porque nos dejaron logros, satisfacciones y alegrías. Es decir, tendemos a reproducir pensamientos y conductas que nos llevaron al éxito. La mala noticia, apreciados lectores, es que si actuáramos de la misma manera, ante las cambiantes y nuevas realidades, sería imposible volver a tener éxito. Lo que ayer funcionó…hoy resulta inviable.
2.-Habilidad para idear nuevas maneras de hacer las cosas. Nuevos negocios
Este es el paso siguiente. Una vez que nuestros cerebros “comprenden” que hemos decidido superar los viejos pensamientos, hábitos y actitudes, entonces ese cerebro nos ayudará a buscar nuevas y diferentes maneras de pensar y actuar. Esto requiere una decisión “interna” sólida y consistente. Si albergamos dudas sobre los cambios de pensamientos, nuestro cerebro interpretará: “El patrón no quiere cambiar, no le gusta el cambio, mejor le reafirmamos los pensamientos, hábitos y actitudes anteriores”. Acto seguido, el cerebro nos hace “regresar” a los viejos pensamientos. De allí, la imperiosa necesidad de abandonar esos viejos pensamientos y buscar novedosas y efectivas maneras de pensar e incluso, creativas formas de hacer negocios y ser productivos.
3.-Potenciar tus fortalezas y desarrollar nuevas destrezas.
Debes seguir avanzando hacia la mejor versión de ti mismo. Fortalecer un aprendizaje constante, refrescante, innovador, creativo y siempre estar dispuesto a estudiar y aprender cosas nuevas y a tener, experiencias enriquecedoras y cambiantes Para el caso de los líderes, ellos deben fortalecer además de las suyas, las fortalezas y habilidades de su gente, colaboradores y en general, de la manera de funcionar la empresa, organización o institución donde se desenvuelva.
4.-Flexibilidad Integral
Nada de rigidez, pesadez, lentitud, burocracia, resistencia al cambio o a la modificación de procedimientos o maneras de hacer las cosas
Las personas de pensamiento estratégico, no se “amarran” con maneras fijas y permanentes de actuar ni proceder. Del mismo modo, los líderes deben “penetrar” a lo interno de las organizaciones, esa flexibilidad integral, lo cual significa que TODO es ajustable, revisable, cambiante y nunca establecer procedimientos inflexibles y difíciles de cambiar.
Estamos en la era de las respuestas rápidas, oportunas y ello requiere que las organizaciones, con todo su personal, alimenten esa flexibilidad, para poder cambiar, modificar, ajustar o incluso sustituir toda norma, procedimiento o manera de funcionar, que no se adapte a los nuevos tiempos.
Mucha flexibilidad y sabias maneras de ajustarse y saber responder a los cambios, alimenta el Pensamiento Estratégico.
¿Cómo anda su Pensamiento Estratégico mi apreciado lector?
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Waldo Negrón
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