Columna: Desde El Orinoco

0
425

El eterno amor de los padres

Deseo compartir con mis respetados lectores, una hermosa historia relacionada con el amor incondicional de los padres a los hijos publicada en la página web

http://www.laculpaesdelavaca.com/tomo-2/una-preciosa-factura/

“Cierta tarde un pequeño se acercó a su madre, que preparaba la cena en la cocina, y le entregó la hoja de papel en la que había escrito algo. Después de secarse las manos y quitarse el delantal, ella leyó lo que decía la nota:

Cortar el césped del jardín: $15.00

Limpiar mi cuarto esta semana: $5.00

Cuidar de mi hermano: $5.00

Ir a la panadería: $0.50

Sacar la basura toda la semana: $2.50

Libreta con buenas calificaciones: $50.00

Limpiar el patio: $5.00

TOTAL ADEUDADO: $83.00

Al mirar la lectura, la madre miró con seriedad al chico mientras él aguardaba expectante. Y sin decir palabra, ella tomó un lapicero y en el reverso de la misma hoja anotó:

Por llevarte nueve meses en mi vientre y darte la vida: NADA

Por tantas noches de desvelos, curarte y orar por ti: NADA

Por la alegría y el amor de nuestra familia: NADA

Por el temor y las preocupaciones cuando enfermabas: NADA

Por comida, ropa y educación: NADA

Por tomar tu mano y darte apoyo: NADA

Cuando el niño terminó de leer lo que ella había escrito, tenía los ojos llenos de lágrimas. La miró a los ojos y le dijo: —Te quiero, mamá. Luego tomó el lapicero y escribió con letra muy grande en el papel: TOTALMENTE PAGADO”

¿Qué nos enseña este relato?

Obviamente, mis apreciados lectores, la gran lección que la historia nos remarca es el infinito, noble, incondicional y eterno amor de los padres hacia sus hijos

Los padres son nuestros permanentes, incondicionales y abnegados seres cuyo infinito amor, nos permite crecer y educarnos de adecuada manera para convertirnos en seres productivos, con adecuados valores, respetuosos y de mucho beneficio a la sociedad que nos rodea.

Es común y comprensible que los hijos no sepan valorar y agradecer en sus justos términos lo que los padres hacen por ellos y sólo cuando se convierten en padres, comprenden cabalmente lo que sus padres hicieron por ellos y el infinito valor de sus atenciones, cuidados, desvelos y esfuerzos por la educación de sus hijos.

¿Y los celulares?

Por otra parte, debemos estar “acorde” a los nuevos tiempos y adaptarnos a las nuevas realidades, porque no tiene sentido “estancarse” ni resistirse a los cambios y transformaciones que demandan las sociedades actuales.

Los celulares y todos los dispositivos modernos, así como la monumental influencia de las redes sociales y los efectos de la pandemia, han experimentado un enorme uso en nuestras vidas. Especialmente la juventud, pasa muchas horas en esos dispositivos, lo cual les ha llevado a una escasa “comunicación física” con sus padres y familiares.

Los padres, educadores y el liderazgo moderno, debemos estar muy atentos a esta situación y buscar maneras de mantener la relación física, amorosa y humana con nuestros hijos.

Es absolutamente fundamental que se enseñe a los jóvenes la necesidad de un equilibrio, necesario, conveniente e imprescindible, para que las familias no pierdan su “esencia humana” y se mantengan muy unidas e integradas.

Es fundamental que se sepa “gerenciar” el uso de los celulares, con las debidas pausas y alejamientos de los mismos, para que los jóvenes puedan compartir “en vivo” con sus familiares y amigos.

Los celulares no deben usarse en las horas de las comidas ni en los momentos del compartir familiar. Eso se conoce como “ayuno digital”, consistente en que haya muchos momentos al día, donde nos apartemos de los celulares y permitamos actuar más como seres humanos, cálidos y en comunicación personal con nuestros seres queridos.

Entiendo que no resulta muy fácil, pero es lo pertinente para evitar “aislamiento” en las relaciones familiares y con amigos. Causa risa observar mesas de personas, donde se supone que decidieron “compartir” un rato y resulta que cada uno tiene un celular en la mano y aunque están “juntos” en la misma mesa, cada uno anda en “su mundo”, disfrutando su celular, completamente aislado del que tiene al lado

Debemos ser creativos, a la vez que firmes y disciplinados. para dar poner en práctica esos ayunos digitales y mejorar como seres humanos.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Waldo Negrón

Twitter: @Waldo_Negron. Instagram: @waldonegron

Facebook; Waldo Negron

LinkedIn: Waldo Negron

Canal Youtube: https://www.youtube.com/channel/UCmN9W8GHrXUZs88LEHudx8w