Columna: Desde el Orinoco

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¿Tiene sentido cooperar con los demás?

“En un pueblo, una mujer se llevó una sorpresa al ver que había llamado a su puerta un Extraño, que le pedía algo de comer…”

“Lo siento no tengo nada en casa. No se preocupe -dijo el Extraño- tengo una piedra para la sopa en mi bolso, si me permitiera echarla en una olla de agua hirviendo, haría la más exquisita sopa del mundo…”

“A la mujer le picó la curiosidad, puso la olla al fuego y fue a contar el secreto a sus vecinas, cuando el agua rompió a hervir, todo el vecindario se había reunido allí para ver al Extraño y su sopa de piedra”.

“El Extraño dejó caer la piedra en el agua, y probó una cucharada y exclamó: ¡Deliciosa! lo que necesita son unas papas…Tengo algunas, gritó una mujer, y en pocos minutos regresó con una gran fuente de papas que fueron directamente a la olla. Volvió a probar y añadió pensativo; si tuviéramos un poco de carne sería mucho más apetitoso. Otra ama de casa salió y regresó con un gran pedazo de carne que el Extraño introdujo en la sopa.

Volvió a probar el caldo, puso los ojos en blanco y dijo”:

“¡Ah! qué sabroso, pero si tuviéramos unas verduras sería perfecto. Una de las vecinas regresó con cebollas y zanahorias, después de introducirlas en el puchero, el Extraño probó de nuevo el caldo y en tono autoritario dijo: «Platos para todo el mundo»

La gente se apresuró a conseguir platos, cubiertos y algunos trajeron pan y fruta.

Luego se sentaron todos a disfrutar de la comida, mientras el Extraño repartía abundantes raciones de su increíble sopa de piedra…”

“Todos se sentían extrañamente felices, mientras reían, charlaban y compartían por primera vez, su comida. En medio del alborozo, el Extraño se escabulló silenciosamente, dejando la milagrosa piedra, que podrían usar cuando quisieran hacer la sopa del mundo más deliciosa”.

Esta historia difundida por Douglas González en su blog institucioneducativagranbretana, nos deja una valiosa lección sobre la importancia de la cooperación y el apoyo mutuo para crear las condiciones que permitan generar abundancia, apoyada en los aportes y talentos de cada miembro de un equipo o comunidad.

Esta llamada “sopa de piedra” la usamos quienes nos dedicamos a la formación de seres humanos, para enfatizar que cuando las personas se juntan y deciden cooperar, es posible que logren cosas relevantes, puedan concretar soluciones a problemas comunes o como en este caso, producir encuentros fraternos y saludables, con pequeños aportes de cada persona asistente.

En el mundo empresarial y de negocios, también se ha comprendido la importancia del trabajo en equipo y se hacen grandes inversiones en capacitación para fortalecer entre los colaboradores de la empresa, la cultura del apoyo mutuo, la cooperación, fraternidad y la suma de los talentos individuales, que han demostrado ser demasiado relevantes para el fortalecimiento de las empresas y llevarlas a resultados, que seria imposible de concretar, cuando no se desarrolla ese sentido de cooperación mutua.

Del mismo modo, los gobernantes también han entendido que el apoyo, participación y compromiso de los ciudadanos hacen viable la resolución de grandes problemas que confrontan esos ciudadanos. Los gobernantes más exitosos han podido concretar obras de provecho a la gente, gracias a la participación de los ciudadanos en la ejecución de esos proyectos.

También podemos resaltar que en los temas ambientales y de protección a la naturaleza y los animales, se han logrado notorios avances, con la masiva participación de miles y miles de seres humanos, preocupados por el cuido del ambiente que los rodea.

Estoy seguro de que mis respetados lectores, pueden aplicar con sabiduría esa “Sopa de Piedra” para combatir esa errada concepción de escases o imposibilidad de obtener resultados, para dar paso a la cooperación y generar abundancia para darle satisfacciones a quienes participan en esa sopa de piedra.

Para concluir les dejo este aleccionador pensamiento:

 “Gracias a la cooperación de la mano, de los órganos del lenguaje y del cerebro, no sólo en cada individuo, sino también en la sociedad, los hombres fueron aprendiendo a ejecutar operaciones cada vez más complicadas, a plantearse y a alcanzar objetivos cada vez más elevados.” FEDERICO ENGELS

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Waldo Negron

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