Cheo Navarro timbalero y bongocero venezolano
Así arrancó el músico Cheo Navarro- Desde muy joven ya practicaba con mis amigos del barrio San. Agustin.Y para ese momento no eran los timbales lo que tocaba sino el instrumento que me gustaba era el bongó. Un día me fui al programa de radio que tenía Phidias Danilo Escalona, donde presentaba orquestas en vivo, y observé que en una orquesta faltaba un bongosero. Esperé el final de la actuación y me acerqué al director para que me diera una oportunidad en su orquesta. Luego de unas pruebas me aceptó como integrante del grupo. Posteriormente a comienzos de los 70’s, integré una banda que se llamaba los Junior Stars, gracias a un amigo que me informó necesitaban un timbalero. Así es como empezó mi carrera profesionalmente.
Acerca del grupo Mango:
Bueno, quien agrupa a los músicos es el bajista Argenis Carmona. Un día estaba en mi barrio San Agustin haciendo deporte y se acerca un amigo diciéndome que estaban formando un grupo con Moisés Daubeterre, Freddy Roldán, Gustavo Quinto… Nada más de nombrarme al personal le dije que contara conmigo. Eran excelentes músicos, no podía dejar pasar la oportunidad. Una semana después, ya estábamos ensayando los temas con aquellos sensacionales arreglos que tenía Mango. Los compositores del grupo éramos Moisés y yo. Los sábados que eran los ensayos, cada uno llevaba una composición. Ese mismo día hacíamos los arreglos y cuadrábamos los temas. Los ensayábamos por la tarde. Y en la noche, si teníamos fiesta los tocábamos sin partitura. Todos nos acordábamos de lo que habíamos ensayado, los cortes y las armonías de los temas. Era impresionante todo eso.
Recuerdo – dijo- una actuación en la Concha Acústica de Bello Monte, en Caracas alternando con La Salsa Mayor y con el desaparecido Grupo Madera.
Ya había tocado Madera, pero el lugar estaba tenso. Cuando anuncian al Grupo Mango, el público saltó como si tuvieran resortes en los asientos, parecía algo ensayado. Toda la gente cantaba el tema “Mi Música” y tuvimos que empezar nuestra actuación con ese tema. Pero lo hubieras visto,fue algo realmente sorprendente.
Bueno, muy bien. Ya hay experiencia y confianza. Alfredo Naranjo es un buen músico, compositor y arreglista. Siempre está buscando hacer nuevas cosas. Ahora mismo acabamos de terminar el disco que salió en 1989 ,.muy pronto, pero incluyendo al formato del sexteto una flauta y dos trompetas. Yo pertenezco también a las filas de su grupo ‘Guajeo’ tocando bongó y timbales.Te desenvuelves muy bien haciendo Guaguancó o Son Montuno, que tocando Jazz Latino. Con cuál de esas expresiones te sientes mejor?De lo que me siento muy contento y orgulloso es de haberlas realizado todas. En donde quiera que tenga que tocar, yo sé que lo voy hacer muy gratamente. Ahí estaré siempre.
Háblame del Trabuco Venezolano.
La palabra ‘Trabuco’ quiere decir donde están, ‘los clavos’, los mejores. Viene a ser una inspiración cuyo estilo es como el de Mango pero con un formato más grande. Cuando Mango existía, hubo un momento en que Alberto Naranjo (aún no salía el Trabuco) hizo unos arreglos para nuestro primer disco. Los arreglos eran para una banda grande con vientos. El formato de Mango era a base de un vibráfono, por lo tanto, no se pudieron utilizar esos arreglos. En ese momento Alberto decide hacer El Trabuco Venezolano. La banda representó una verdadera expresión caribeña con música fuerte de armonía como el Jazz pero dentro del campo latino. Tuve la oportunidad de viajar a Cuba el año 1981 como parte del grupo para alternar con Irakere. Era la agrupación que nos representó en esa época de finales de los setenta.
Bailatino tremenda banda
Actualmente diriges una de las orquestas más atractivas de todo el mundo de la Salsa. La Orquesta Bailatino. Cómo nace la idea de formar esta agrupación?
Siempre me ha gustado el formato que utiliza Eddie Palmieri con La Perfecta. La Charanga es mi música exquisita. Y con la combinación de dos trombones y una flauta te permite hacer ese estilo de música. Un Chachachá, un Son Montuno o un Danzón que se hace muy poco en esta época. En el año 1994 empecé con la idea y fui seleccionando los músicos que compartieran el proyecto. Fue entonces que @conversé con el pianista Alberto Crespo para que me ayudara a transcribir arreglos al estilo de Palmieri, del Conjunto Libre y de Mon Rivera. A las dos semanas tendríamos nuestro primer ensayo. Y lo más lindo que sucedió fue que se repetía esa magia de Mango. Cuando marqué el primer número la banda sonaba como si ya hubiéramos ensayado antes.
Qué formato musical prefieres para la descarga, el de Mango o el de Bailatino?
Son dos estilos totalmente diferentes. Con Mango, que era un sexteto, teníamos mucha libertad, hacíamos mucho Jazz Latino pero también los ritmos tradicionales del Caribe. Con muchos solos de piano, de percusión, de vibráfono, como si estuviéramos haciendo un instrumental sobre la base de un Chachachá o un Son Montuno. Con el formato orquestal de Bailatino, logramos navegar por una onda más típica, haciendo también todos los ritmos caribeños, con sus respectivos solos instrumentales, pero con los montunos y mambos bien tradicionales.
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