Columna: Orquestas & Soneros

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Pero qué sabor con la Típica 73

Era la mejor banda de la época en el año de 1978 en la ciudad de New York y surgió, cinco años antes de esa fecha, de una escisión de la orquesta de Ray Barreto, quien para la época estaba más abocado a la actividad jazzística y su escaso interés en tocar bailes con su propio grupo.

De allí que Johnny Rodríguez, principal mentor de La Típica, decidió agruparlos y tocar en matinee, en un Club de Manhattan, Andyni´s, que quedaba en la calle 63 con calle 80 y fue fruto de unos “thrusday nights jam sesión”, (bailes los días lunes y martes) en donde se cobraba la entrada (cover) y de lo que se obtuviera se lo distribuían los músicos.

En ese momento, sin acuñar el nombre, todavía, de Típica 73. Pero los bailes se llenaban y la cosa iba cambiando, para bien se copiaron esquemas rítmicos y armónicos, con un toque de modernidad, de grupos clásicos musicales cubanos, y de modernos como Irakere y Los Van Van.

El ingreso del pianista Sonny Bravo, quien estaba con la orquesta del cubano José Fajardo, permitió el reacomodo al estilo de la música de la isla de Cuba, lo que gustó al público. Ya cuando la banda estaba bien ajustada, se decidió organizar un viaje a la Habana Cuba, durante la administración del ex pdte estadounidense, Jimmy Carter, en pleno brillo musical de ese momento, de la banda.

Cuando ya eran unas estrellas musicales del sello Fania, Rodríguez hizo contacto con una empresa de tours hacia la isla cubana, dada la apertura de la administración Carter y planificaron el nombrado viaje a la isla de los hermanos Fidel y Raúl  Castro.

Sus comienzos en el mundo del disco fueron con el sello INCA. Fue una época de tanto brillo musical que era una banda fija en ser contratada por la colonia cubana en New Jersey, New York y Miami.

Por su ejecución perfecta de danzones, guarachas, mambos y cha-cha. Solo cambió el panorama económico para La Típica 73, cuando el famoso viaje a La Habana, que generó el repudio del exilio cubano y dejaron de contratarlos.

Hasta Celia Crúz, le quitó el habla a Johnny “el Dandy” Rodríguez director de la Típica 73, cuando se enteró del viaje a la Habana y el aporte de una consola de grabación  de 16 canales al sello cubano  Egrem.

Recuerdo que tuve la extraordinaria oportunidad, como periodista de Notimusic, de viajar a New York, en el año de 1979, y adquirí ese disco LP que forma parte de mi colección particular y me da pie a escribir unas líneas sobre esta extraordinaria producción y trayectoria musical de esta banda LA TIPICA 73.

En cuanto a los cantantes, arrancaron con Adalberto Santiago, quien poco tiempo después se unió al timbalero, Orestes Vilato para fundar Los Kimbos, agrupación de corta duración, después ingresó el panameño, Camilo Azuquita, quien solo grabó un disco y se marchó.

Luego llamaron a Tito Allen quien lo contrató, Ray Barretto a su orquesta y se despidió hasta que ingresó, el Canario José Alberto, a instancias del trombonista dominicano, Leopoldo Pineda.

Un pianista a saber:

Elio Oscar «Sonny Bravo» nació un 7 de Octubre 1936. Fue Pianista fundador de la Típica 73. Cuentan que la Típica era una especie de Plan B que tenían algunos músicos de Barretto, específicamente Johnny” dandy” Rodriguez (bongó), Orestes Vilato (timbal), Adalberto Santiago (voz líder), Dave Perez (bajo) y René López (trompeta).

Barretto incluso estaba en conocimiento de esto y les permitía a sus muchachos experimentar con este otro frente.

Lo que no se imaginaba Ray es que la Típica 73 comenzaría a ganar fuerza y aceptación en la movida musical niuyorquina de entonces hasta que decidieron tomar la decisión de formalizarlo y dejar la banda del Manos Duras.

La Típica comenzó siendo eso, una agrupación de sonido típico, garantizado este por la sólida presencia de Vilató en el Timbal y el Bongó.

Grabaron tres LPs bien típicos, por lo que quedó grabado, tuvieron una diferencia conceptual.

Basta comparar el sonido del cuarto disco de la Típica 73, Rumba Caliente con el primero de Los Kimbos, liderados por Vilató después de la separación.

Ese fue el twist que aprovechó la Típica bajo la Dirección de Sonny Bravo para experimentar y mover su sonido hacia una onda más parecida a lo que estaban haciendo en Cuba para aquel entonces.

Esta experimentación culminó con el disco «Intercambio Cultural» grabado en La Habana, con la participación de grandes músicos cubanos como Guillermo Barreto (timbal), Tata Guines (Tumbadoras) y el Niño Rivera (Tres) entre otros. Este viaje perjudicó a la Típica como solía ocurrir con cualquier artista que osara viajar a La Habana ignorando el bloqueo comercial de los EEUU hacia Cuba.

Cuando la Típica perdió su «pegada», Sonny Bravo logró el asiento en el Piano del Big Band de Tito Puente, donde permaneció por muchos años.

Afortunadamente uno de los proyectos que se ha reestructurado y ha vuelto a los escenarios es el de la Típica 73, con Sonny Bravo y Johnny Rodríguez a la cabeza.

Consultas bibliográficas: periodistadelasalsa.blogspot.com

J.Armando  Gruber Bolívar

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