Columna: Orquestas & Soneros

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La santería es una práctica religiosa que se formó cuando esclavos provenientes de Nigeria, y otros países de África Occidental, se apropiaron de santos del catolicismo para conservar sus tradiciones culturales Yoruba desde tiempos de la Colonia.

La santería es una religión que adopta el culto a la naturaleza y a los espíritus y, a diferencia de los santos del catolicismo, los santos de la santería pueden ser invocados para hacer el bien o el mal por medio de un sacerdote conocido con el nombre de babalao.

Las canciones inspiradas en el culto santero no son solo narraciones de esta religión, sino que también cobran la figura de rituales que alaban o invocan alguna deidad de la cultura negra.

Estas son cuatro canciones de salsa que hacen un homenaje a deidades de la santería

Qué viva Changó! – Celina y Reutilio año 1949
Changó es el rey guerrero de la religión Yoruba de la justicia, de los rayos, del trueno y del fuego. Este orisha es viril, atrevido, violento y justiciero y precisamente su justicia es impartida por el rayo, por ese motivo, se dice que si a una casa le cae un rayo, se debe a la cólera de Changó.

Este dúo cubano fue una de las primeras agrupaciones en sacar del clóset a la santería a  través de producciones como ‘¡Qué viva Changó!’, ‘San Lázaro’, ‘Una fiesta con Ochún’, ‘Babalú’ o ‘Viva Yemayá’ y quienes, además, hicieron un puente sonoro entre la música guajira y afro conservando la métrica y el estilo de la primera, pero contando la historia de sus raíces negras y el sincretismo de la religiosidad en Cuba.

De hecho, cuenta la leyenda, que cuando Celina era joven Santa Bárbara se le apareció y le dijo: “si no me cantas, no vas a triunfar”. Y es que la relación de ella con la santería no era una simple apropiación de la religión.

El compositor vallenato Jorge Oñate contó en una entrevista al diario El Pilón que “en un día de calor infernal en La Habana, Celina salió a la terraza de la casa, abrió los brazos y dijo algo en Yoruba y al terminar y enseguida un relámpago impresionante y se vino un aguacero. Yo no sé si ella le pidió al de arriba que lloviera, ese momento no se me olvida porque apenas terminó de hablar en yoruba se dio el relámpago. De pronto fue una casualidad”.

Como curiosidad, Celina González y Reutilio Domínguez hicieron una versión de ‘Qué viva Changó’ en homenaje a Fidel Castro y a la dictadura cubana.

‘Yo soy Babalú’ – ‘Los durísimos’ de Ricardo Ray y Bobby Cruz – 1968
Babalú Ayé es el orisha de la lepra, la viruela, las enfermedades venéreas y, en general, de las pestes y la miseria. Se dice que se esconde entre la hiedra, el coralillo y el cundeamor para protegerse del sol y solo sale de noche. Es asociado con San Lázaro.

Según la leyenda, cuando Babalú Ayé salió del territorio yoruba, contrajo viruela por irrespetar a los orishas más antiguos por lo que fue despreciado y solo Elegua (el abrecaminos) se le acercó y lo llevó a donde Orúnla quien le dijo que si quería ser venerado de nuevo, tendría que purificarse con diferentes maíz y fríjol y andar con un perro.

Como Celina y Reutilio, este dúo hizo muchas canciones con guiños a la santería como son ‘’Lo atará la araché’, ‘Yaré Changó’, ‘Cabo E’, ‘Guagancó raro’, ‘Baba coroco’ o ‘Aggallú solá’.

El álbum ‘Los durísimos (The Strong Ones)’ de Richie Ray y Bobby Cruz fue publicado en 1968 y, se cree, es la primera vez que aparece el término “salsa y control’ justo debajo de la foto de los dos cantantes lo que se podría considerar una de las primeras grabaciones que acuñó el término ‘salsa’ y que abriría el sendero a una ola de artistas bajo esta etiqueta.

“Que Babalú me dijo a mí:

yo soy quien te está cuidando;

que Babalú me dijo a mí:

yo sé quién te está velando

y sé quién te está tirando

pero a ti no te entra na’…

Yo soy quien te está cuidando

pa’ que no te pase na’”

Richie Ray, junto a compañero Bobby Cruz, revolucionó la salsa al fusionarla con la música clásica. Desde Stravinsky hasta Chopin, sus influencias se mezclaron con el sabor caribeño, dando vida a éxitos inmortales como Sonido Bestial, Agúzate y Guaguancó Raro. Su estilo marcó generaciones de salseros y por supuesto, dejó una gran huella en la historia de la música latina.

Su viaje por el camino de la música ha sido increíble: estudió en Julliard, creó un nuevo sonido y conquistó escenarios mundiales. Hoy, a sus 80 años, Richie Ray sigue activo, con la cabeza llena de ideas y el corazón latiendo al ritmo de la salsa.

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