Debido a los hechos violentos y al reciente asesinato de un comerciante de origen libanés de nombre Sanot Saltil, de 65 años, quien fue brutalmente abaleado el 31 de diciembre a las siete y cincuenta minutos de la noche, para atracarlo, la comunidad de Santa Elena de Uairén decidió realizar un paro cívico que trajo como consecuencia el cierre de los comercios de la localidad y de la Troncal 10, que es la vía de ingreso a la capital del municipio Gran Sabana, del estado Bolívar.
COMUNIDADES INDÍGENAS ALZARON SU VOZ
Tal parece que los capitanes de las comunidades Wara y Manakrü le hicieron un llamado al «pueblo criollo» para que se unieran a la lucha contra la inseguridad. El capitán de Wara comentó que estas acciones debieron realizarse hace mucho tiempo atrás, «no es posible que los comerciantes estén pagando vacunas para poder traer los alimentos y además para resguardar sus vidas de la delincuencia».
Se presume que la tranca durará aproximadamente 24 horas; aparentemente el alcalde de Gran Sabana, Manuel de Jesús Vallés, se manifestó con respecto a esta situación y aseguró que para el día miércoles en la tarde «se espera un cabildo con la presencia de autoridades de la GNB, la policía y el Ejército del estado Bolívar».
EL MATRAQUEO Y LA INSEGURIDAD
Para los comerciantes lo que tiene desatada la inseguridad y «el malandraje en la zona» es el constante «matraqueo por parte de las supuestas autoridades que deben resguardar al pueblo», estos aseguran que «hay una rosca entre miembros de la GNB y los malandros que además dejan entrar personas de otros sitios para que vengan a hacer y deshacer en esta comunidad que siempre fue tranquila; entre noviembre y diciembre se registraron más de 20 muertes, 50 atracos a locales y más de 200 brasileros maltratados».
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