Tiene distintos significados, pero convergen en un sentido mágico y ocultista. Tiene su origen en un culto de los druidas, que es una secta religiosa que tiende al ocultismo.
Halloween es una versión abreviada de la frase Allí Hallows’ Eve (Víspera de todos los Santos).
Proviene de un antiguo festival pagano, celebrado por los Celtas, hace más de 2000 años llamado Samhain.
Tuvo lugar en el Reino Unido, Irlanda y noroeste de Francia.
Samhain significa fin del verano, y marca el comienzo del invierno. También se cree que celebra el comienzo del año Celta y éstos creían que era una época en la cual, los muertos podían caminar entre los vivos.
Por tradición la gente iba de casa en casa, pidiendo panes pequeños, llamados «pasteles del alma» a cambio de una oración.
Algunos pedían comida a cambio de una canción o baile, pero si no obtenian
nada dejaban una maldición.
Tenían como símbolo calabazas talladas usadas como linternas.
La leyenda de la linterna, se debía a un hombre, que no podía ir al cielo, ni al infierno y se vió obligado a caminar por la tierra, con un carbón del infierno, para encender su linterna.
En el siglo 19, los inmigrantes de Irlanda y Escocia, llevaron esta fiesta a Estados Unidos y se estima que el 65% de sus habitantes la celebran, que también se conoce como «Día de Brujas».
El significado espiritual, es que la noche del 31 de Octubre, se rompía la frontera entre el mundo real y el más allá, y los difuntos reaparecían para caminar entre los vivos, por eso se realizaban rituales sagrados, que tenían como objetivo, la comunicación de unos con otros.
Es evidente que el significado espíritual, que acabo de mencionar, coloca esa práctica, y esa festividad entre las prohibidas por la Palabra de Dios.
El libro de Deuteronomio en su capítulo 18:9-12, asocia dichas prácticas como de brujerías, sortilegios, adivinaciones e invocaciones de los muertos, por tratarse de ocultismo, prohibido para librarnos de las fuerzas demoníacas, que se valen de esas prácticas para confundir y perder las almas.
No es una celebración cualquiera y toda su simbología, son de figuras repugnantes y tétricas, que contaminan a quien las usa y sobretodo a los niños.
Señor, no permitas que la confusión, la mentira, el engaño y la ignorancia, contribuyan a la permanencia y extensión de esta celebración, que es contraria a la voluntad de Dios y trae consecuencias negativas a quien las asume.
Edilia Mata Rodulfo
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