Con el Carnet de la Patria no todo lo que brilla es oro. Aunque el gobierno asegura que de la mano de este instrumento llegará la prosperidad y la felicidad a los venezolanos, muchos creen que se trata de una estrategia para eliminar de un plumazo gobernaciones, alcaldías y todo aquello que huela a elección popular. Otros piensan que es un plan para intimidar a la población y condicionar el apoyo en unos eventuales comicios.
El presidente Nicolás Maduro explicó en su programa dominical que es un instrumento que permitirá construir el nuevo poder popular. Y aunque no aclaró en qué consistiría la novedad, destacó que el carnet ayudará a hacer más eficientes los programas de protección social. “Más que un censo es una encuesta para revisarnos y abordar a las comunidades donde no han llegado los programas”.
Giovanny Villalobos, secretario de gobierno del Zulia, descarta que exijan a quienes censan que se inscriban en el PSUV o que haya algún condicionamiento político. “Eso es falso. El censo que se está haciendo es de carácter abierto y público. Todo el que quiera censarse lo puede hacer sin ningún inconveniente”.
Explica que pretenden tener una data que los ayude a jerarquizar las prioridades. “Queremos tener un diagnóstico poblacional y los requerimientos de quienes ya pertenecen a las misiones, para así elaborar un plan que permita cubrir los déficits y debilidades en algunos aspectos que todavía debemos mejorar”. Descartó que hubiese presión política. “No la hay ni la debería haber, no está hecho para eso”.
Poder popular alternativo. Según el analista político Carlos Blanco, el gobierno oculta la verdadera razón sobre la implementación del Carnet de la Patria. “Quieren reorganizar las bases del chavismo y además presionar sobre la ciudadanía, pero el propósito fundamental es crear lo que ellos llaman el poder comunal, una fuerza organizada popular que se conecte directamente con el liderazgo de Nicolás Maduro y que permita que toda la estructura institucional intermedia del país, la que está entre el poder nacional y la base popular, sea puesta de lado”.
Para Blanco, en términos prácticos se pretende acabar con las gobernaciones, las alcaldías y los concejos municipales. “El fondo es la búsqueda de un poder popular alternativo, que le sirva de fundamento y sostén al gobierno”. Indica que están utilizando todos los recursos a su disposición para aferrarse al poder y no permitir ningún cambio, con el pretexto de que ellos representan el movimiento popular organizado. “Es un intento de crear una institucionalidad paralela”.
María Corina Machado, coordinadora de Vente Venezuela, coincide con Blanco en la idea de que el chavismo procura con esta nueva avanzada la destrucción de lo que queda de institucionalidad democrática. “Es un paso superior. Su pretensión es el control total y hacer absolutamente prescindible, como lo han hecho con la Asamblea Nacional, cualquier otro espacio de compartimiento del poder”.
Aunque considera que la carnetización efectivamente es una señal de que el chavismo tiene problemas serios en el manejo de la información, no duda de que esta recolección puede traer consecuencias terribles y que harían irrelevantes unas elecciones a futuro. “No es solo alcaldías y gobernaciones; ellos quieren acabar con todos los espacios de intermediación de la sociedad: gremios, cámaras y asociaciones civiles. Ese es el próximo paso. Este es un alerta que hemos hecho de manera reiterada”.
José Vicente Carrasquero, profesor de Ciencia Política y consultor en opinión pública, considera que el Carnet de la Patria terminará siendo un mecanismo de presión social sobre lo político. “Se le dice a la gente que si no vota por el gobierno va a perder estos beneficios”.
Afirma que el chavismo trata de sacar partido del hambre de los venezolanos. “Se aprovecha para tratar de capturar algunos votos. Estas acciones son desesperadas frente a un proceso electoral que ellos ven ineludible, a menos que quieran ser declarados un Estado forajido, cosa que no les conviene”.
Para Delsa Solórzano, diputada a la Asamblea Nacional por Un Nuevo Tiempo, el carnet es una humillación. “Quieren que dejemos de ser personas. Al gobierno le conviene que seamos un numerito, un carnet, y que guardemos silencio a cambio de una bolsa de comida”.
Solórzano duda de que sirva como intimidación en un proceso electoral. “Yo pienso que nuestra gente ha madurado mucho políticamente y ha comprendido que el gobierno los engañó. El amor del pueblo por Maduro se acabó y ante eso no hay carnet que valga”.
Rafael Ramírez Colina, diputado a la Asamblea Nacional por Primero Justicia, considera que es otro intento del gobierno de chantajear a los venezolanos. “Este gobierno ha intentado varios mecanismos y varias formas de censos para generar una sensación de que todo se resolverá, pero al final son solo distracciones y pañitos de agua caliente, porque la solución nunca llega”.
Necesidad de llegar a acuerdos
El analista Carlos Blanco cree que ante la amenaza de que se organice una institucionalidad paralela, la oposición debe plantearse un objetivo común. “Eso no existe en las fuerzas democráticas, lo que ha hecho que la Mesa de la Unidad implosione. Cuando han existido objetivos electorales –sacar más votos– ha habido unidad de propósitos, pero cuando se trata de discutir los objetivos políticos hay diferencias muy grandes”.
A su entender, todo depende de llegar a acuerdos sobre la fecha de la salida de Nicolás Maduro del poder. “Cuando no hay unidad de criterios no hay unidad de estrategia”.
Considera que la gran discusión que debe dar la oposición es si está de acuerdo en que debe promover la salida del gobierno lo más pronto posible y cuáles son los pasos constitucionales para que esa decisión se tome. “En caso de llegar al entendimiento de que hay que reemplazar a corto plazo a Maduro eso significa organizar a la sociedad y a los gremios”.
El dato
El concejal Ángel Machado, coordinador político de Voluntad Popular en Zulia, advierte que se trata de un mecanismo de control. Aseguró que el gobierno despilfarra 105 millardos de bolívares en el Carnet de la Patria. La impresión de cada instrumento sale en aproximadamente 7.000 bolívares y se pretende registrar a 15.000.000 de venezolanos. “Están malgastando el dinero en unos carnets, en lugar de construir 6 oncológicos en el país para atender a los pacientes con cáncer”.
Manténte bien informado y recibe nuestro resumen de noticias. Únete al grupo de WhatsApp o canal de Telegram Síguenos en Instagram: @eldiariodeguayana