Quiero compartir con mis respetados lectores, esta impactante historia sobre unos hermanos que tuvieron muchas rencillas y roces, terminando separados y haciendo grandes empresarios, de negocios similares y que compiten entre ellos. La historia, que extraje de la página Emprendedores exitosos, es la siguiente:
Adolf Dassler (Adidas) y su hermano, Rudolf Dassler (Puma) crearon dos emporios de calzado deportivo y patrocinaron a las mejores estrellas del siglo XX. Murió cada uno odiando al otro, quizás convencidos de que era la mejor manera de vivir.
Esta historia real, entre dos hermanos, hijos del zapatero Christoph Dassler, de origen alemán, ha estremecido al mundo empresarial.
Cuenta la historia que el joven Adolf Dassler, quien era panadero, comenzó a producir su propio calzado deportivo en la cocina de su madre, después de su vuelta de la Primera Guerra Mundial. Este joven era conocido por su apodo Adi, de tal manera que sus amigos le llamaban Adi Dassler.
Comenta el reportaje Empresarios Exitosos, que este joven decidió utilizar su apodo (Adi) y la primera sílaba de su apellido (Das) para darle nombre a su gran emprendimiento: Adidas. Se sabe que, en 1924, su hermano Rudolf Dassler se sumó al negocio, de fabricación de calzados deportivos. Vivian una relación excelente y compartían la grata experiencia de ser empresarios y en 1926 se hacen propietarios de la empresa Gerbüder Dassler Schuhfabrik, la cual fabricaba calzados deportivos, incluyendo los conocidos zapatos deportivos con clavos, para las competencias en invierno.
Las bondades del calzado Dassler llegaron a oídos de Josef Waitzer, entrenador del equipo alemán de atletismo. Con Adolf (más conocido como Adi) en el papel de artista introvertido, y Rudolf como experto en relaciones públicas, la pareja de hermanos no tardó en comercializar sus productos en la villa olímpica en los Juegos de Berlín de 1936.
Sumado a esto, el advenimiento del nazismo (del cual eran partidarios) supuso una ventaja económica, siendo el deporte utilizado por los nazis como el espejo perfecto para mostrar al mundo la perfección aria. Pero no fue un ario quien se lleve todos los laureles: estos fueron para Jesse Owens, para disgusto de Hitler y su cineasta-propagandista Leni Riefensthal. El atleta negro se colgó al cuello la gloria dorada cuatro veces por delante de muchachos rubios y de mirada azul. La proeza contenía un secreto: Jesse calzaba unas zapatillas de clavos, obra de Adi Dassler. La compañía comenzaba a despegar de la mano –y los pies– de un liviano muchachito de Alabama.
El clima entre los hermanos comenzó a ser tenso durante la II Guerra Mundial. Por orden del III Reich, la fábrica de calzado se reconvirtió en taller de tanques y repuestos de lanzamisiles. Adi se libró de empuñar armas para hacerse cargo del bélico rumbo que había tomado su empresa. Rudolf, convencido de la causa nazi y espía de la SS, se unió a las tropas en Sajonia y desde allí escribió una misiva a su hermano llena de afecto: «No dudaré en pedir el cierre de la fábrica para que tengas que asumir una ocupación que te permita jugar a ser jefe y, como deportista de elite que eres, tengas que llevar un arma».
Ahora bien, terminada la guerra, ocurre la dura separación y rompimiento de la relación entre los hermanos. El entendimiento y fraternidad inicial que los llevó a trabajar juntos en su empresa, se convirtió en encarnizada lucha entre adversarios que los llevó por caminos diferentes, aunque beneficiosos para el mundo deportivo y el arte de los negocios
Rudolf dejó la empresa de su hermano (Adidas) para crear la suya propia, la competidora Puma. Aquí comienza una batalla comercial inescrupulosa, que roza lo patético por tratarse de dos hermanos. La disputa se extendió más allá de ellos, pasando a hijos y, en la actualidad, nietos de ambos. Ambas familias se mantienen muy distantes.
Tras la muerte de Adolf Dassler en 1978, su hijo y su esposa Käthe asumieron la dirección. Adidas se transformó en sociedad anónima en 1989 y se convirtió en un verdadero icono de calidad y éxito mundial
Bajo la dirección de Rudolf Dassler, PUMA fue una empresa pequeña. Sólo bajo la dirección de su hijo Armin Dassler PUMA llegó a ser la empresa mundialmente conocida que es hoy.
Adidas y Puma, ocupan un privilegiado sitial en las empresas deportivas de hoy, gracias a una discrepancia entre hermanos. ¡Interesante y apasionante historia! Gracias a Emprendedores Exitosos por su sabia publicación
Hasta la próxima semana. Gracias por leerme.
Twitter:@Waldo_Negrón
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