Dos venezolanos residenciados en España habrían sido los perpetradores de un asesinato en el que una pareja de españoles jubilados serían las víctimas tras contratar sus servicios como «vendedores de inmuebles».
La pareja que se encontraba en la búsqueda de una casa donde vivir tras su jubilación contrató a los venezolanos, quienes al encontrarse con los infortunados para mostrarles un supuesto chalé les quitaron el dinero en efectivo y tarjetas bancarias y procedieron a encerrarlos en el sótano, hasta que la Policía encontró sus cadáveres dentro de una zanja de metro y medio de profundidad, tapada y sellada con una capa de cemento de unos 25 centímetros.
El hecho ocurrió en el año 2002, y desde entonces los estafadores fueron puestos a la orden de la justicia española y fueron condenados a cumplir una cadena de 59 años cada uno.
A uno de los presos se le otorgó un permiso en febrero de este año, con la condición de que volvería al centro carcelario, pero eso no sucedió, por lo que las autoridades emprendieron su búsqueda hasta finalmente dar con él.
Al momento de la detención el hombre contaba con documentación falsa, y se presume que su objetivo era regresar a Venezuela.
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