Viernes Santo, un día de tanto valor Espíritual para muchos, propicio para el arrepentimiento y rectificación de nuestra conducta.
Si bien es cierto que la Fe verdadera es un pilar fundamental en nuestra existencia diaria, no lo es en la formación del Espíritu si no se practica, de manera honesta la Misericordia, El Perdón, El Amor por toda creación Divina, y la rectitud en tus acciones en el acontecer diario de nuestra vida.
La capacidad de predicar el verdadero evangélio , aquel que no requiere de templos majestuosos, ni iglesias milenerias con grandes y majestuosos santuarios, ni curas, ni pastores, ni feligreses que se arrodillan y veneran a otros hombres que se auto proclaman Santos, ese principio verdaderamente Santo como lo es » HAZ EL BIEN Y NO MIRES A QUIEN» , es el único que realmente hace falta en el mundo para garantizarles su paz espiritual y cualquier perdón divino al momento de su fallecimiento.
Haciendo el bien al prójimo, nunca estarán en contra ni del Corán, ni de la Biblia, ni de ningun otro libro sagrado o Iglesia alguna.
Empecemos a practicar fundamentalmente el amor a la familia, el respeto por su pareja, el sacrificio verdadero por sus hijos que involucra una estabilidad emocional en el hogar y un ejemplo de vida virtuosa .
El perdón no se logra arrastrandose con una Cruz en las calles, o caminando siempre con una Biblia en la mano, o memorizando todos los versículos de la Biblia, asistiendo a todas las misas o cultos posibles, a todas horas; el perdón se logra sólo en tu mente y en tu corazón, arrepitiendote con convicción de no repetir esa mala acción jamás y tratando de enmendar tu error tantas veces como te sea posible hacerlo.
El bien verdadero es algo que se práctica en el anónimato, sin mencionar la acción ante otros, sólo ante tu propia conciencia, cualquier otra acción distinta a eso, significa que no lo haces desinteresadamente, así que ya no tiene el valor espíritual deseado, pero sin embargo aún así, en lo material tiene sus méritos.
El hecho que otros te digan que eres bueno, no significa que lo eres, solo tú en tu corazón lo sabras y lo sentiras, si has obrado con interés o desinterés.
Estamos en tiempos de destrucción moral, de falta de valores, de falta de solidaridad, de falta de amor por nuestra cultura y respeto al legado de los que dieron su vida por nuestra Libertad.
Aprovechemos hoy para no Orar ante los hombres , aprovechemos hoy para reflexionar sobre nuestra conducta diaria y la razón por la cuál estamos viviendo estos tiempos; la culpa no es sólo de los que hoy gobiernan, la culpa es mancomunada, ellos son sólo el reflejo de una sociedad dañada y manchada por nuestra participación diaria en las cadenas de la corrupción y de los antivalores; comencemos por cambiar nosotros y a predicar las buenas costumbres con nuestro ejemplo de lo que queremos para nuestra sociedad, ella que es el corazón y motor de la patria.
Dios nos perdone por haber convertido el Edén que nos regalo, en este rincon geográfico privilegiado; en Sodoma y Gomorra.
José Manuel Rodríguez Gómez
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