Ciudad Bolívar.-Los tiempos que corren amenazan el desarrollo personal y profesoresional desde el avanza de las nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial (IA).
Es importante entender que la IA ha venido a convertirse en un excelente recurso para ahorrar tiempo, facilitar el trabajo e, incluso, facilitar la vida de las personas, pero, al mismo tiempo, se convierte en una terrible amenaza para el desarrollo personal, para el crecimiento personal y para la comunicación entre las personas, poniendo en riesgo el rasgo de humanidad.
En esos términos se expresó el periodista y locutor Eduardo osto Ojeda, reconocido por su trayectoria como profesional en medios impresos, audiovisuales y digitales y por su trabajo como formador de nuevos valores para el periodismo, la locución y la oratoria, a través de clases universitarias y sus muy reconocidos talleres.
«Uno de los principales cuidados que debemos tener con el uso de la IA es el de evitar que se convierta en nuestro modo y manera de comunicarnos como personas. Ya hemos visto en las redes sociales como voces creadas artificialmente se han convertido en las voces que comunican, dejando de lado el trabajo de profesionales formados especialmente para ese trabajo. Y no solo se trata de aspectos como este, en los que lo artificial viene a tomar el puesto de lo humano, sino que esta misma situación lleva al desarrollo de personalidades no comunicativas que recurren a lo digital, mientras cultiva su propia limitación para comunicar», resaltó el comunicador social.
LA ORATORIA ES FUNDAMENTAL
Osto Ojeda indicó que el rasgo humano en la comunicación está en la comprensión no está solo conceptual, sino en lo emocional, de lo que se quiere comunicar, y que ese rasgo puede ser cultivado y explotado para el crecimiento personal y el desarrollo profesional.
«Las máquinas nunca podrán sustituir a un ser humano dentro de una reunión, por ejemplo, o en el contacto directo con otras personas, pues más allá de lo que se quiere decir literalmente está el contexto social y el contexto emocional. La inmensa mayoría de las personas no comunica bien por la incapacidad de conjugar los contenidos que quieren transmitir con los sentimientos y emociones dentro del contexto en el cual se da el proceso comunicacional. Aquí viene la importancia de la oratoria, como arte o como ciencia. En todo caso, un buen orador es un excelente comunicador, formado con con el conocimiento, no solo de lo natural comunicativo del hombre, sino de sus propias limitaciones impuestas por su entorno social, por su condición psicoemocional y por otros factores que pueden ser trabajados», manifestó.
Para finalizar, Osto Ojeda llamó a todos, independientemente de su profesión y ejercicio de vida, a procurar el manejo de la oratoria para alcanzar un mayor crecimiento personal y un mayor desarrollo profesional. Prensa EOO
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