Se presume que el exceso de sobredosis de alcohol pudo ser el detonante de la muerte de un guayanés. El occiso dejó cinco hijos en orfandad y vivía solo desde hace aproximadamente ocho años
Un fuerte golpe en la cabeza puso fin a la vida de José Luis Urbano Hernández. En la avenida principal de Las Teodokildas, en el Core 8, ocurrió el suceso.
Según testigos, el comerciante después de culminar la venta de asopados de mariscos, pasadas las doce del mediodía, compró varias cajas de cerveza para compartir con algunos vecinos de la cuadra.
Al terminarse el licor y notar que sus acompañantes se marchaban, ingresó nuevamente a su residencia para buscar dinero en efectivo y trasladarse a un establecimiento dedicado al expendio de bebidas alcohólicas conocido como «El Vallenatazo», y así seguir con la parranda.
AMOR A PRIMERA VISTA
Al llegar al local comercial, solicitó nuevamente la bebida, y mientras la disfrutaba observó a una fémina que se encontraba sola en una mesa, eso llamó su atención. Rápidamente se levantó y se le acercó, provocando malestar en la dama.
Visitantes del lugar relataron que el estado de ebriedad que presentaba el occiso hizo que perdiera el control de la memoria y tocará de forma desprevenida varias partes del cuerpo de la afectada, razón por la cual los encargados del establecimiento decidieron retirarlo de forma cortés para evitar mayores problemas.
CELOS DE AMOR
Presuntamente, al momento de desarrollarse la discusión entre ambos, la pareja de la víctima se encontraba en el baño del local. Cuando salió se enteró del abuso del vendedor. La furia, la molestia y el descontrol hizo que el conyugué averiguara la dirección de la víctima para reclamarle por el acto indebido que había cometido.
Urbano, quien se encontraba a dos calles para llegar a su domicilio, fue sorprendido por el sujeto a bordo de una motocicleta, que no dudó en propinarle un golpe a la altura del pómulo derecho de la cara que lo dejó tendido frente a la Licorería Los Caribes.
Moradores aseguraron que el puñetazo hizo que «El Carupanero»- como era conocido popularmente- cayera y pegara la cabeza en el filo de una acera quedando inconsciente en el sitio.
RULETEO MORTAL
Aún con vida, fue trasladado por unos vecinos hasta el Centro de Diagnóstico Integral (UDD) 337 para recibir atención médica, sin embargo, los galenos de guardia lo remitieron hacia el Hospital Uyapar, en Puerto Ordaz, por no contar con los equipos médicos necesarios.
De acuerdo con sus familiares, el «ruleteo» causó la muerte de Urbano, puesto que al llegar al recinto, los encargados de seguridad le manifestaron que, por fallas en el servicio eléctrico, no podían brindarle los primeros auxilios.
Después de tres horas, el occiso ingresó al Hospital Dr. Raúl Leoni de Guaiparo, en San Félix, donde fue intervenido quirúrgicamente de emergencia, pero falleció durante el proceso.
DETENIDO HOMICIDA
Como Asclimoned Borges Saad, de 33 años de edad, fue identificada la persona acusada de presuntamente haber cometido el homicidio de forma potencional, pues aseguró que no quiso asesinarlo, sino «darle una lección».
El individuo de nacionalidad brasilera fue capturado por el Centro de Coordinación Policial (CCP) Altos de Caroní la mañana de este sábado. El caso quedó a las órdenes de la Fiscalía Once del Ministerio Público (MP), extensión Puerto Ordaz.
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