La celebración del Día del Niño, es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la formación de los niños en busca de la preservación del futuro del país, incluso en tiempos difíciles
Ciudad Bolívar. _ Cada tercer domingo de julio, Venezuela se llena de alegría con la celebración del Día del Niño, una festividad que este 2024 se conmemora hoy, domingo 21 de julio.
Esta celebración se viene realizando a partir de 1925, en diferentes países, desde que fue celebrada en Ginebra la Conferencia Mundial sobre Bienestar Infantil.
En Venezuela, se celebra al adoptarse la Resolución desde el año 1991, luego de realizarse en Caracas en 1989, la Convención sobre los Derechos del Niño.
A pesar de la compleja situación económica que atraviesa el país, los padres venezolanos se esfuerzan por crear momentos especiales para sus hijos, haciendo un alto en su rutina diaria para enaltecer a los más pequeños de la casa.
Las familias se unen en esta fecha, impulsadas por la ilusión de ver una sonrisa en el rostro de sus hijos. Muchos optan por pequeñas sorpresas, como obsequios sencillos que, aunque modestos, están llenos de amor y dedicación.
Las visitas a parques se convierten en una actividad recreativa, donde los niños pueden disfrutar de juegos y actividades al aire libre, mientras saborean helados y refrescos, que simbolizan un delicioso escape del calor y las preocupaciones cotidianas.
Degustar comida rápida, también se ha convertido en una actividad especial en estas celebraciones. Para muchos padres, llevar a sus hijos a un restaurante de comida rápida se ha convertido en una forma accesible de compartir un momento divertido y aumentar la alegría de este día tan esperado.
“Este día es una oportunidad para que podamos dar un poco de alegría a nuestros hermanos más pequeños, a pesar de las dificultades que enfrentamos”, comentó una joven en el paseo Orinoco, quien acompañaba a sus dos hermanos a disfrutar de un helado.
La realidad económica no ha podido despojar a esta fecha de su esencia; al contrario, ha fortalecido el espíritu de unión familiar, donde el amor y la dedicación se convierten en los mejores regalos que un padre puede ofrecer.
En cada pueblo del país, la celebración del Día del Niño nos demuestra la resiliencia y el compromiso de las familias venezolanas por mantener viva la alegría infantil.
Con la mirada en el futuro, los padres de Venezuela continúan buscando maneras de cultivar la felicidad de sus hijos, asegurando que, a pesar de las adversidades, la celebración del Día del Niño sea un momento de amor, risas y esperanza en cada hogar. Jesús González
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