El robo de vehículos es el delito número uno en Bolívar

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La falta de repuestos y autopartes en el mercado ha incrementado en los últimos meses el robo de vehículos. Los delincuentes al parecer se han organizado, pues existen diferentes bandas que se dedican a robar automóviles, con el propósito de extraerles las piezas para luego ser vendidas en chiveras y talleres, y quienes los aceptan se convierten en cómplices al comprar piezas que no presenten facturas de compra.

Ciudad Guayana no escapa de este terrible mal, pues según declaraciones de funcionarios de los cuerpos policiales es uno de los delitos de mayor incidencia en el municipio Caroní. Destacando que la falta de repuestos en el mercado, ha contribuido en el auge de este hecho delictivo.

Este problema trae como consecuencia, que la mayoría de las personas, acepten cualquier oferta en el llamado «mercado negro», con tal de que le provea beneficios y aplaque la urgencia mecánica. Sin pensar que gracias a la falta de conciencia y muchas veces ignorancia, están lucrando a los antisociales; quienes esperan cualquier oportunidad para llevarse los carros de los centros comerciales, estacionamientos y muchas veces de las manos de sus víctimas a punta de pistola, llegando incluso a asesinar solo con este propósito.

PRECIOS EN AUMENTO

El vendedor de Auto Repuestos Guayana, ubicado en la avenida principal de Castillito, indicó, que los precios suben constantemente. Marcos Yépez, un cliente en busca de repuestos, señaló «Los repuestos no se consiguen y cuando llegan los precios son exorbitantes». Entre tanto Rubén Martínez Barboza, comentó que ha tenido que esperar hasta tres meses por un repuesto. En cuanto a los robos de vehículos señaló, «es matemático, si no se consiguen los repuestos incrementan los robos».

NUEVA MODALIDAD CRIMINAL

Otro de los métodos empleados por los grupos delictivos, es el llamado «secuestro de vehículos». Este modus operandis, se presenta cuando el malhechor se lleva el automóvil y seguidamente se pone en contacto con la víctima, para pedir una fuerte suma de dinero para entregar el carro. La mayoría de las veces los agraviados no colocan la denuncia ante las autoridades policiales, por temor a ser perseguidos por los delincuentes. «No sé si es psicología barata, pero de verdad da miedo denunciar, ellos te amenazan, te dicen que van a matar a tu familia; es mejor no arriesgarse», narró una de las víctimas a quien le robaron su vehículos hace unos meses y pago 200 mil bolívares para que le entregaran su camioneta Jeep Gran Cherokee.

DRAMA DE UN ROBO

Una de las víctimas de un robo de vehículos, narró la terrible experiencia. En el anonimato todavía con miedo a los criminales que casi le quitan la vida, el hombre de 60 años relató que, trabaja en una empresa básica, pero para aumentar sus ingresos y costear los gastos que amerita mantener una familia, en sus tiempos libre se dedicaba a taxear.

Fue el 30 de abril del año en curso, cuando en su vehículo Gran Vitara, agarró una carrerita en el centro comercial Plaza Atlántico. Eran las seis de la tarde, ¿Los pasajeros?, dos jovenes bien vestidos y una chica, un trío que a simple vista parecía ser inofensivo. «Buenas tardes llévenos a Riberas del Caroní por favor». Uno de los muchachos, que no pasaba de 20 años, se montó en el asiento de adelante y la pareja en la parte de atrás. Rumbo a Riveras del Caroní iba manejando el chofer, cuando el hombre que estaba sentado en la parte de atrás, «me puso una pistola en el cuello y me dijo, dale por allá viejo», «en ese momento sentí que mi vida estaba en peligro, respire y mantuve la calma». En solo segundos el trabajador del volante estaba en la parte de atrás del carro y uno de los maleantes manejaba.

En menos de una hora estaban en una zona desolada, «me bajaron y me tiraron al suelo, yo no sabía dónde estaba», «mátalo pues» dijo uno de los criminales. La mujer que los acompañaba habló para decir, «déjalo quieto, no lo mates, él ha colaborado». Acto seguido los delincuentes se montaron en el carro y emprendieron la huida. En medio de la nada quedó el taxista, ya eran las siete de la noche. Caminó y se dio cuenta que había llegado a Villa Bahía, consiguió auxilio en una casa y se comunicó con su familia.

«Hasta el sol de hoy el carro no ha aparecido, gracias a Dios estoy vivo y con mi familia; eso es lo importante. Aún me queda el susto que muchas veces me quita el sueño».

EFECTIVOS NO SE DAN ABASTO

El municipio Caroní está dividido en 61 cuadrantes, cada uno de ellos le corresponde a diferentes autoridades de seguridad; Policía del Estado Bolívar (PEB), Policía Municipal de Caroní y Guardia Nacional Bolivariana. A pesar de los 6 mil uniformados desplegados en las zonas, quienes trabajan las veinticuatro horas del día, la delincuencia sigue al acecho; en busca de cualquier oportunidad para cometer sus fechorías. «Es un problema que se nos escapa de las manos, hacemos todo lo posible por resguardar a la ciudadanía», indicó un representante de la PEB, quien no quiso ser identificado.

En cuanto al robo de vehículos la fuente reveló, que la Policía del Estado Bolívar en lo que va de año ha recuperado 248 vehículos. Sin embargo este delito, ocupa el puesto número uno en denuncias; destacando que diariamente se roban entre 8 y 10 carros. Siendo los centros comerciales los sitios donde mayormente los maleantes aprovechan para robar, parabrisas, baterías e incluso cauchos.

El centro comercial Orinokia Mall, a pesar de tener seguridad interna, es uno de los más acechados por los delincuentes. Los malhechores, no dudan en pasar hasta las instalaciones del populoso centro, en busca de sus víctimas. Muchas veces las abordan cuando se van a montar en los vehículos y en otras ocasiones, revisan el carro a ver que consiguen. A pesar de contar con máquinas de control de acceso y salida del centro comercial, los hampones se las ingenian y sacan los carros sin ser vistos por los vigilantes.

«NO QUIERO HABLAR ME VOY A METER EN LÍOS»

La frase que perduró y se hizo famosa en las entrevistas, que realizó el equipo reporteril de El Diario de Guayana, a los propietarios de los talleres mecánicos y ventas de repuestos.

«No mija yo no quiero hablar, eso es peor, me meto en problemas», «si digo algo menos me van a dar los repuestos», «yo no quiero salir en la prensa, me voy a joder» «¿Qué te puedo decir no hay nada, no hay dólares, vamos en reversa, más nada», así lo expresaron quienes no se atrevieron a declarar.

Un temor que para muchos era como una amenaza; alguien creó el pánico en los dueños de estos establecimientos. ¿Quién será ese monstruo?, ¿Será el gobierno?, saque usted sus propias conclusiones.

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