Tumeremo.- La ampliación de la fachada atlántica por parte de la República Cooperativa de Guyana, justo en la Zona de Reclamación, ha traído nuevas y delicadas complicaciones.
Tradicionalmente y por tratados internacionales, los países que tienen costa marítima, extienden su jurisdicción hasta 200 kilómetros mar afuera, pero ahora Guyana anunció la extensión de su fachada atlántica a 350 kilómetros, afectando a Venezuela porque la ampliación se encuentra dentro de la Zona en Reclamación.
Resulta un tanto curioso, o por lo menos inexplicable, que la Cancillería venezolana responsabilice de esta irregularidad a la internacional petrolera Exxon Mobil.
A juzgar por opiniones de especialistas en la materia, la reclamación no debería ser contra la petrolera sino contra la autoridad que permitió realizar la exploración.
SALIDA ATLÁNTICA
Si tomamos en cuenta que la única salida de Venezuela al océano Atlántico es por la navegación del río Orinoco, es imperativo que se despeje esta salida.
Una posesión guyanesa dentro del área en reclamación, puede traer más adelante graves complicaciones. Esos problemas probablemente hoy no se visualicen porque existe un clima amistoso de los dos gobiernos, el venezolano y el guyanés, pero nadie sabe hasta cuándo se mantendrá este entendimiento y menos serían imaginables las consecuencias a futuro, si el vecino país prefiere el enfrentamiento.
Antonio Guache, fundador presidente del Comité Pro Rescate del Esequibo, en declaraciones para El Diario de Guayana, fue claro.
«Resulta importante referir que saliendo del Orinoco y entrando a aguas atlánticas, queda cercano el acceso al Mar Caribe. En el caso de que una potencia extranjera limite o estreche el acceso venezolano a la navegación por ese lado, se estaría causando un serio daño a la autonomía venezolana».
Más adelante señala que el Comité que fundó fijó su objetivo en que era una necesidad poblar la zona en reclamación y, a tales efectos, se fundó un poblado en la costa norte del rio Venamo.
RECLAMACIÓN ESTÉRIL
El profesor Han Kenard Williams fue fundador del poblado de San Martin de Turumbán, ubicado a la margen derecha del rio Cuyuní. Pero además, fue uno de los protagonistas de la llamada «Revuelta de Rupununi», hecho ocurrido el 2 de enero de 1969, en el sur de la Guayana Esequiba.
En declaraciones exclusivas para El Diario de Guayana, asegura que «el Gobierno nacional se empeña en una reclamación diplomática estéril, pero se debe ir más allá de la retórica y plegar al territorio de servicios y una especial atención a los habitantes esequibanos, hay que recordar que esos compatriotas son venezolanos, e igualmente dotarlos de su documento de identificación».
«Por ejemplo», continúa el profesor Williams, «no se justifica que siendo San Martin de Turumbán, la puerta de entrada a la zona en reclamación, la carretera esté totalmente abandonada, con grandes huecos que la hacen intransitable, igualmente hay que tener en cuenta que en la Isla de Anacoco se encuentra asentado un componente militar, la estación del servicio ambiental en las misma condiciones abandonada. Lamentablemente si no se logra resolver los problemas, entonces cómo se obtiene el crecimiento de la población fronteriza, y muy poco se estaría haciendo a favor de nuestra reclamación del Esequibo».
Por su parte, Fernando García, miembro del Comité Pro Rescate del Esequibo, aseguró que es oportuno hacer un llamado a las fuerzas vivas del municipio Sifontes y, muy especialmente, al pueblo venezolano.
«La reclamación del Esequibo nos compromete a todos por igual, y comparto el criterio de que es una necesidad impulsar los mecanismo diplomáticos, y que el Gobierno de Guyana entienda que está vigente el Acuerdo de Ginebra».
Invitó a toda la ciudadanía, en todo el país, a unir esfuerzos y comenzar a activar el Comité Pro Rescate del Esequibo.
BÁRBAROS Y HONORABLES
Los límites de Venezuela que incluye el territorio Esequibo son históricos.
Cuando Venezuela se separa de España, estaban vivos los límites que eran los mismos que tenía la Capitanía General de Venezuela. Y los documentos históricos determinan que una vez que Venezuela obtuvo su independencia de España, el Libertador Simón Bolívar se dirige al Rey de España, indicándole los límites de la Venezuela autónoma, diciendo que por el sureste, la frontera es el río Esequibo.
Cuando el Gobierno levante las pruebas de que el Esequibo es parte de Venezuela, ha de echar por tierra, por nulo e írrito, el fraudulento Laudo Arbitral Hay que recordar que cuando se instala en Paris el tribunal asociado que toma tan ilegítima decisión, los ingleses pusieron como condición que en el tribunal que entra conocer del caso, no haya ningún juez venezolano, porque Venezuela es un país «semi bárbaro» y un inglés no se puede sentar al lado de un bárbaro. Ahí fue cuando resuelven nombrar a un ruso para que actúe como juez en nombre Venezuela. ¡Semejante aberración!
¿QUÉ HACER?
El acuerdo de Ginebra determina que la ONU ha de nombrar un funcionario para que concilie a los dos países y busque una solución. Ahí fue cuando surgió la figura del Buen Oficiante. Desde entonces ha habido tres buenos oficiantes, uno murió y el trabajo de los otros dos no se conoce.
En la opinión pública existe la idea de que Venezuela debe propiciar una nueva y definitiva discusión por la posesión del Esequibo, área que consta de 150 500 kilómetros cuadrados.
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