Están los dos extremos. Aquellos que se duermen con mucha facilidad y pueden cómodamente descansar 8 horas seguidas, y aquellos que aunque lo intenten, siempre terminan durmiendo menos de lo que deben.
Este artículo va especialmente dirigido a aquellos que tienen un agitado ritmo de vida y múltiples obligaciones que no les permiten tomar el tiempo de descanso necesario para recuperar la energía perdida.
Dormir mal o poco puede ocasionar diversas consecuencias que impactan en la salud, y esto se debe principalmente a factores como el estrés y la mala alimentación, motivado por el agitado ritmo de vida.
Cuando el cuerpo no reposa lo suficiente durante la noche, el sistema inmunológico se ve afectado, las defensas disminuyen y cualquier virus que esté en el ambiente puede convertirse en una amenaza.
Además, perder horas de sueño también genera daños en el funcionamiento celular y eleva los niveles de azúcar en sangre, originando enfermedades como la diabetes, la obesidad y múltiples problemas en el corazón.
Dormir purifica la memoria a corto plazo, y si esto no ocurre, este proceso natural se ve limitado. Igualmente, afecta el rendimiento así como la recepción de información, disminuyendo la capacidad para estudiar, trabajar, tomar decisiones, resolver problemas y realizar las actividades diarias. Por eso, lo más recomendable es descansar entre 6-7 horas.
¡Tenlo en cuenta!
Con información de eme de mujer
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