FARC inicia dejación de armas en zonas de paz

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, calificó este día como histórico, mientras que el líder rebelde Rodrigo Londoño, alias “Timochenko” dijo que es “un paso más hacia la paz”

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Bogotá.- Las FARC, principal guerrilla de Colombia, comienza este miércoles el proceso de dejación de armas, punto esencial del acuerdo de paz firmado con el gobierno para acabar medio siglo de confrontación.

«Es un día histórico para el país», escribió en Twitter el presidente Juan Manuel Santos, mientras arrancaba el desarme de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) en las zonas donde se preparan para volver a la vida civil.

El jefe máximo de las FARC, Rodrigo Londoño («Timochenko»), celebró también en la red social que se dé «un paso más hacia la paz».

Alzadas contra el Estado en 1964, las FARC contabilizaron casi 7.000 combatientes al ingresar a los 26 sitios convenidos.

El acuerdo de paz, sellado en noviembre tras cuatro años de negociaciones en Cuba, establece que los rebeldes depongan las armas en 180 días a partir del 1 de diciembre, o «Día D», en un proceso supervisado por Naciones Unidas.

Según el cronograma pactado, la recolección de armas se hace «en tres fases»: en D+90 se entrega 30%; en D+120, otro 30%; y en D+150, el 40% restante, para terminar «a más tardar» el día D+180.

Pero antes de la primera etapa, debían cumplirse pasos previos: registro de las armas, destrucción del armamento inestable (explosivos, minas) y almacenamiento de las armas de acompañamiento (pesadas).

Esto se retrasó por problemas logísticos en la agrupación de la guerrilla, que debía haber finalizado el 31 de diciembre y recién se completó el 18 de febrero.

Aún así, las partes coincidieron en iniciar el proceso este miércoles, sin modificar el límite de 180 días.

«Con toda la disposición» 

En la zona de concentración de las FARC en San José de Oriente, a 30 minutos de la ciudad de Valledupar (norte), la guerrillera Adriana Cabarrus dijo a AFP que aún no saben «a qué hora van a llegar los encargados de registrar las armas», pero que dan este paso «con toda la disposición y buen ánimo».

«Nuestra preocupación primera es nuestras necesidades: las construcciones están atrasadas, los baños no terminados, ni el comedor ni la cocina», comentó Cabarrus, con un constante ruido de motosierras de fondo y mientras van y vienen -por el polvoriento camino que une la zona con Valledupar- camiones con material de construcción.

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