La tranquilidad del hogar, los cultivos propios y los dulces de palma son algunos de los secretos de la vietnamita Nguyen Thi Tru, que a sus 122 años es la más longeva del mundo, según la Asociación Mundial de los Récords.
Su aspecto es frágil, pero sonríe como nadie. Apenas habla, pues hace cuatro años empezó a perder la memoria; sin embargo, comparte sus secretos. Su nuera más joven, Nguyen Thi Ba, de 76 años, se ocupa de ella durante el día y duerme a su lado por la noche. Ambas descansan sobre sendas camas sin colchón, en una choza de paredes de uralita y techo de lona que han habilitado en la parte trasera de la vivienda familiar.
Si bien es la mujer más anciana del planeta, la organización Guinness sólo reconoce a la neoyorquina Susannah Mushatt Jones, de 116 años. La tranquilidad de esta familia se vio alterada de manera repentina el pasado 15 de abril, cuando la Asociación Mundial de los Récords la declaró la más anciana del mundo y los periodistas comenzaron a tocar su puerta.
«No sabemos bien cómo ocurrió, nosotros no reclamamos nada, alguien de la Administración debió de darse cuenta de que había nacido en 1893 y avisó a la asociación», dice la cuidadora. Los documentos del registro civil vietnamita que indican que Tru nació el 5 de mayo de 1893, aún no han sido validados por Guinness.
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