El sector La Victoria, en San Félix, fue escenario de un doble homicidio que conmocionó a los lugareños. Según, el caso tiene la firma del pran que protege la zona
La pesadilla inició dos cuadras antes de la manzana 35 del sector, tal parece que las víctimas fueron interceptadas por los criminales que dominan la zona y tras someterlos, los balearon y luego quemaron a uno de los ahora occisos.
El ensañamiento era visible en la escena donde quedaron cada uno de los cuerpos. Aunque inicialmente se manejó la hipótesis que los tipos venían huyendo a bordo de un vehículo robado, una hermana de uno de los jóvenes asesinados señaló, que el carro era de ellos. Lo cierto es, que mientras se desplazaban en la máquina fueron “presa fácil” de sus verdugos. Presuntamente, los sujetos eran perseguidos por un grupo de criminales en el sector 1 de La Victoria, en San Félix, cuando fueron alcanzados por algunos proyectiles que les disminuyó el ritmo en su huida.
Cayó “El Wilo”
“Eso fue la banda del que protege esta comunidad, él resguarda de que vengan malandros de otros lados a robarnos para acá… Parece que los tipos venían de robar o en ese carro robado y cuando esta gente se enteró, los persiguió hasta matarlos”, contó un testigo bajo total anonimato.
Al parecer uno de los caídos se lanzó del carro en marcha para correr hacia otro sitio y salvaguardarse de la embestida criminal pero ya iba tiroteado con una herida en la pierna. No corrió mucho, a unos escasos 20 metros, entre la manzana 35 y 38 lo remataron.
Los vecinos lo reconocieron bajo el apodo de “El Wilo” y así fue rodando la información, que al referido antisocial le habían dado de baja. Al llegar su esposa y una de sus hermanas, aportaron su nombre de pila: Eristubi Junior Subero Bellorín, de 28 años.
“El Wilo”, quien dejó una niña de 2 años en orfandad y residía en el barrio Cristóbal Colón, quedó en medio de la carretera, boca abajo, con un tiro de bala 9 milímetros en la frente y el brazo derecho destrozado, presuntamente por el balazo de una escopeta.
Lo quemaron
Los dolientes de Subero relataron que él salió desde la mañana de su casa junto a su amigo “el Chino”, quien es el otro occiso. Ellos desconocieron cualquier andanza sospechosa en que pudieran estar inmiscuidos los individuos.
Según los vecinos, el doble crimen se registró a eso de las 12:30 del mediodía de este viernes, aunque pocos avistaron el cuerpo de Eristubi, la conmoción era el carro que se estaba incendiando con un tipo adentro, dos cuadras más abajo del sitio donde quedó sin signos vitales “El Wilo”.
Luego que Subero se lanzó del vehículo, su compañero que iba al mando del volante siguió su camino con la intención de escapar de la acechanza de sus oponentes. Intentó meterse por unas calles cerradas para despistarlos pero como se dice “se puso la soga al cuello”.
Su corrida llegó hasta la manzana 76 del mismo barrio, cuando el carro cayó en una zanja. Sus verdugos debieron aproximarse hasta él y dispararle en reiteradas oportunidades hasta dejarlo neutralizado. Luego le encendieron fuego y el moribundo se achicharró adentro del vehículo, Chevrolet Malibú, color beige, placas FBD914.
Pesquisas
Los comisionados de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) arribaron hasta La Victoria, pasadas las 3:00 de la tarde, para levantar ambos cadáveres que quedaron en sitios aislados. Colectar las evidencias y rescatar el cuerpo de “el Chino” que estaba entre cenizas, les tomó varios minutos. Serán sus actuaciones las que determinen el desenlace de este episodio que hasta ahora se maneja como una venganza entre bandas de criminales.
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