El nuncio Apostólico en Venezuela, Aldo Giordano, dijo en la celebración eucarística del miércoles de Ceniza, que hay tres acciones que vuelven nuevo el camino del hombre: la limosna, la oración y el ayuno y recomendó hacer el bien «sin rimbombancias ni con la finalidad de ser admirados o recompensados»; que la oración «sea el espacio del encuentro interno con Dios»; y el «ayuno no sea un ejercicio narcisista, sino una experiencia interior que nos lance a una mayor generosidad y solidaridad».
«CAMBIAR DE RUMBO»
Giordano inicio su intervención «queridos hermanas y hermanos, comenzamos hoy nuestra ruta cuaresmal hacia la Pascua, la fiesta más importante y más bella para nosotros los cristianos. Toda liturgia en este día es una permanente invitación para un comienzo nuevo. Es siempre bello iniciar cualquier cosa de nuevo».
La eucaristía la presidió el pasado miércoles en horas de la tarde, en la Basílica Santa Teresa de Caracas, templo que resguarda la sagrada imagen del Nazareno de San Pablo, que como es costumbre por estas fechas, estaba abarrotado de feligreses que asistieron para recordar la frase bíblica: «Sepas que eres polvo y al polvo volverás» (Génesis, 3, 19).
En su mensaje del Miércoles de Ceniza, el Nuncio agregó que «muchas veces vivimos nuestras jornadas y semanas con la impresión que no hay nada nuevo. Iniciar alguna de nuevo significa ‘convertirnos’, es decir, cambiar de camino, cambiar de dirección».
AYUNO, ABSTINENCIA Y ORACIÓN
Monseñor Giordano enfatizó la necesidad de la conversión y cambio de vida. «Ahora es el tiempo favorable: ahora es el tiempo de la salvación (…) no echemos su gracia en saco roto», dijo. San Pablo habla con pasión y autoridad, acotó Monseñor Giordano: «En nombre de Cristo les pedimos que se reconcilien con Dios», citó. Luego apuntó: «El camino nuevo es aquél que acoge ahora la salvación y la reconciliación».
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