El dolor era evidente. Las lágrimas y la impotencia no podían menguar cuando era propicio recordar quién fue José Iluminado Oliva Gutiérrez. Lo lloraron, lo recordaron, aún no eran sepultados sus restos y una pregunta retumbaba en la mente de los suyos: ¿Qué vamos a hacer sin él?
La tarde del viernes 13 de mayo, una embestida hamponil segó la vida de este gran hombre en las inmediaciones de su finca “Bandola”. Allí mismo, en la vía que conduce hacia la población El Manteco, en esas tierra que lo vieron crecer y formarse como el gran ser humano y reconocido ganadero; quedó sepultado su cuerpo.
Familiares, amigos y allegados, personalidades de todos los sectores de la sociedad guayanesa, caraqueña y de diversos rincones de Venezuela, acudieron a los actos velatorios de este gran hombre que en vida, supo ganarse el cariño de propios y extraños. Su don de servicio y su pasión por el trabajo, su humildad, carisma, templanza, altruismo y amor por la tierra, dejó huellas hechas con tinta indeleble, que marcarán la historia del estado Bolívar.
“Nos partieron el alma, los autores de este espantoso hecho no tienen idea del daño tan grande que nos han causado; no solo lo asesinaron a él, nos mataron a todos”, expresó Gisela Gutiérrez, una tía materna de Iluminado, evidentemente devastada por la irreparable pérdida.
Lupi, -como era llamado cariñosamente- era quien estaba encargado del emporio familiar, su padre, el señor Pedro Oliva lo formó a pulso, desde pequeño le enseñó con esmero, dedicación y carácter a enamorarse del campo y del ganado. A trabajar con pasión por una maquinaria, que tras años de esfuerzo y trabajo, se convirtió en una de las principales productoras de leche y carne de la región.
La tía Gisela contó, que Lupi a sus 9 años atendió su primer parto vacuno, en medio de los nervios pero con el apoyo incondicional de su padre. Es que como agregó su prima, Nélyda Gruber, “Lupi fue un niño que nació y creció en Bandola, fue un hombre formado para eso, su papá lo cultivó para el éxito”.
“LO ERA TODO”
José Iluminado era el mayor de los cuatros hermanos Oliva Gutiérrez. Su dedicación y entrega por los intereses de Don Pedro Oliva (su padre), lo convirtieron en “el motor y corazón de la familia”. Atento, protector, alegre y su buena actitud ante las adversidades de la vida, son solo algunas de las fortalezas con que siempre recordarán a Lupi en su núcleo familiar.
Ana Oliva es la menor de los consanguíneos de Lupi, para ella su hermano “lo era todo”, entre tantos adjetivos que afloraron entre las personas que estuvieron en la sepultura, hubo uno que traspasó las fibras del dolor para convertir los sentimientos en admiración y orgullo. “No necesito tantas palabras para definirlo, él era: GRANDE”.
“Mi hermano, más allá de ser un gran luchador y trabajador que le deja mucho al estado y a este país, era un amigo fiel, un padre incomparable, apasionado por lo que hacía como pocos. Él permanecerá intacto en nuestras vidas, nunca lo podremos reemplazar, en cada semilla que sembremos en la finca y en cada gota que caigas en esas tierras, allí estará él”.
EJEMPLO A SEGUIR
Eran casi las 12:00 del mediodía de este domingo, cuando amigos y familiares cargaron el féretro donde reposaba el cuerpo de Lupi. Posteriormente fue llevado a 40 minutos de la población de Upata, a la finca de la familia Oliva Gutiérrez, para darle sepultura.
Esa devastadora despedida no conoce de razas, religión o clase social. Esta en especial, embargó a toda la comunidad upatense, la pérdida de este insigne ser humano conmovió al sur del estado Bolívar, un forjador de país de apenas 41 años dejó de existir por causa de mentes reprobadas que quizá ni imaginaron, cuanto más tenía para darle al mundo, José Iluminado.
José Rivas, amigo de la familia y productor ganadero, rememoró la pérdida indescriptible que hoy padece el sector empresarial del estado. “Consternado por la muerte de un hombre productivo en toda la extensión de la palabra, debo enfatizar que siempre será un gran ejemplo para la juventud ganadera de la región, un líder como gerente de la ganadería y la agricultura”.
Los productores y asesores agrícolas de la entidad, manifestaron su luto por la pérdida de una promesa del gremio que cayó en las manos del hampa. “Un niño trabajador empecinado en aprender y crecer, un visionario que nunca dejó de soñar, un hombre humilde, un amigo”, que hoy dejó de respirar.
Investigación policial
Fuentes ligadas a los trabajos de investigación, develaron que para la tarde de este domingo aún se mantenían comisiones mixtas de los diferentes cuerpos de seguridad, desplegados en las adyacencias del perímetro donde se suscitó el crimen. Pese al hermetismo policial con que se maneja el caso, hay datos extraoficiales que involucran a empleados de la finca Bandola, como autores del doble homicidio.
Presuntamente, la zona donde fue localizada la camioneta donde los verdugos de José Iluminado Oliva Gutiérrez huyeron, es una trocha que conduce hacia los sectores mineros del sur del estado Bolívar. Probablemente, los asesinos huyeron hacia estos poblados que se han convertido, según los mismos lugareños, en guaridas de criminales por la ausencia de Gobierno.
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