La agonía del Bolívar (I)

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El Art. 318 de la CRBV establece que «El objetivo fundamental del BCV es lograr la estabilidad de precios y preservar el valor interno y externo de la unidad monetaria». A su vez, el Art. 320 señala que «El Estado debe promover y defender la estabilidad económica, evitar la vulnerabilidad de la economía y velar por la estabilidad monetaria y de precios, para asegurar el bienestar social».

Desde que entró en vigencia la Reconversión Monetaria, la inflación acumulada es de 739,5%. Solo en los dos últimos años (2013-2014) la inflación asciende a 163,3 %. La tasa de cambio que en 1999 equivalía a 0,577 Bs/$, en 2015 es de 199,46 Bs/$ según Simadi, lo que representa una depreciación del bolívar de 34.469 %. Hoy en día, el bolívar fuerte es apenas una fracción del que comenzó a circular en enero de 2008:nadie se molesta en recoger un bolívar del piso.
Estos datos revelan que los mandatos constitucionales no están siendo cumplidos.
¿Qué pasó con el bolívar fuerte?
No bastaba con quitar tres ceros. Al no corregir el desequilibrio fiscal y monetario el bolívar fuerte tenía sus días contados. Cuando los bancos centrales pueden crear dinero, los gobiernos en déficit suelen buscar financiamiento a través de la emisión de bonos que la autoridad monetaria compra. Si el financiamiento del déficit fiscal por parte del BCV se convierte en una práctica reiterada, las consecuencias son nefastas, toda vez que se genera un desequilibrio entre el mercado monetario y el mercado de bienes y servicios que tiende a deteriorar cada vez más el poder de compra de la moneda.
Y esto no es nada nuevo, el propio Libertador Simón Bolívar -el 15 de diciembre de 1812 en el Manifiesto de Cartagena-, explicó que:
«La disipación de las rentas públicas en objetos frívolos y perjudiciales, y particularmente en sueldos de infinidad de oficinistas, secretarios, jueces, magistrados, legisladores provinciales y federales, dio un golpe mortal a la República, porque la obligó a recurrir al peligroso expediente de establecer el papel moneda, sin otras garantías que las fuerzas y rentas imaginarias de la Confederación» .
Sin embargo, el financiamiento monetario del déficit de Pdvsa supera el monto de 925 mil millones de bolívares y esto inunda la economía de dinero sin respaldo en la producción, lo cual desborda la inflación. Solo en el último año la expansión monetaria fue de 69%, en una economía con crecientes índices de escasez. Mucho dinero en busca de pocos productos se traduce en un aumento de los precios, en más y más inflación.
El financiamiento del BCV al gobierno ha provocado un crecimiento desmesurado de la liquidez monetaria y ésta es una de las causas de la acelerada pérdida del poder de compra del bolívar, lo cual se expresa en una creciente inflación. En la práctica se trata de un impuesto inflacionario que recae con más peso sobre la capacidad de compra de los sectores que viven de un ingreso fijo. Y si no se erradica esta perversa práctica de emitir dinero base y de expandir la liquidez monetaria sin el debido respaldo en el aumento de la producción, inexorablemente estaremos condenados a sufrir una inflación cada vez mayor.

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