El joven residía en las adyacencias del sector donde fue plomeado y salió desde la noche del sábado junto unos amigos para disfrutar de un templete en el sector Guaimataca. Sus familiares no aportaron muchos detalles pero presumen que sus verdugos estaban en el sitio y que luego de alguna riña, se fueron a los tiros.
Eran casi las 4:00 de la mañana cuando el gatillero le arrancó la vida a Vallenilla de dos balazos, nadie se esforzó en auxiliarlo pues dejó de respirar prácticamente al instante del ataque. Sus familiares llegaron horas después y custodiaron su cadáver hasta la llegada del eje detectivesco.
Sabuesos de la policía científica arribaron al sitio del suceso para recabar las evidencias e iniciar las averiguaciones pertinentes. Preliminarmente indicaron que el móvil es venganza y se encuentran en la búsqueda de los asesinos.
Según, horas después del homicidio, funcionarios de la policía se desplegaron en los recovecos del sector donde se consumó el crimen para rastrear la ubicación de los autores. Fuentes extraoficiales señalaron que fueron dos los ejecutores y que son del mismo barrio, aunque sobraron los testigos que también disfrutaban de la fiesta cuando se oyeron los plomazos, nadie se atrevió a describirlos por miedo a represalias.
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