Ciudad Bolívar está “caliente.” El lunes fueron tres los que fallecieron en un intento de atraco a un local de comida criolla en la urbanización Andrés Eloy Blanco, además de un joven asesinado dentro de su casa vendiendo un video juego.
El martes, un ciudadano de 50 años que caminaba en dirección a su casa, murió a menos de una cuadra cuando presuntos sicarios lo interceptaron y le cayeron a tiros.
Esto ocurrió en la parroquia Agua Salada en la calle Miranda, sector El Valle, del municipio Heres.
Cuando la policía llegó al sitio, en plena vía pública estaba el cuerpo sin vida de Rubén Castillo (50).
Sus familiares y vecinos rodeaban el cadáver, seguramente digiriendo la escena, que ya se ha hecho tan común que es casi que natural conseguirse un cuerpo sin vida en la calle.
Al parecer y de acuerdo a lo poco que la gente dijo, varios motorizados lo rodearon, creen que para atracarlo pero como el señor se resistió le dispararon.
Otra versión indica que los sicarios vinieron a matarlo porque “se había comido la luz” como dicen en la jerga de los malandros.
Los familiares no quisieron hablar sobre nada. Le tocará a los pesquisas del Cicpc conseguir el móvil y a los culpables. En el sitio recogieron varios casquillos.
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