Desde el principio de los siglos los humanos han intentado mejorar el rendimiento de sus relaciones sexuales, unas veces buscando tener mas hijos o tenerlos varones, otras veces tener más y mejores orgasmos, pero desde hace poco tiempo se busca que las relaciones sexuales sean más divertidas y satisfactorias.
1. Aguacate. Los conquistadores españoles trajeron esta fruta del Nuevo Mundo, donde ya era conocida como estimulante erótico en las cortes de incas, aztecas y mayas. Los aztecas le llamaban ahuacatl, que quiere decir testículo (no creo que los reyes aztecas tuvieran los testículos del tamaño de un aguacate, pero posiblemente querrían tenerlos). Si sirves el aguacate en la cama sobre el cuerpo de tu pareja puede resultar un gran afrodisiaco Los comían machacados, mezclados con cebollas rojas, y decían que las mujeres se volvían locas con esta comida cuya textura y sabor recuerda al del semen. Los aguacates son frutas energéticas, con vitaminas E, A, B, B12, B3, D Y C, sales minerales de hierro (14u.) fósforo y magnesio, ácido fólico, niacina, biotina, agua y fibra. La mejor manera de comerlos es como lo siguen haciendo los mejicanos, en guacamole. Si se sirve en la cama y sobre el cuerpo de tu pareja puede ser un poderoso afrodisíaco.
2. Manzana. Según la leyenda Adán y Eva comieron de esta fruta, descubrieron el deseo sexual y pecaron. Durante toda la Antigüedad y en diversos pueblos y culturas como hititas, hurritas, caldeos, sirios, babilonios, egipcios, antiguos griegos, romanos o monjes de la Edad Media, se creía que las manzanas y sus derivados como las mermeladas, compotas, sidras o licores como el Calvados, tenían cualidades afrodisíacas y proporcionaban la eterna juventud. Los dioses nórdicos servían en sus fiestas pastel de manzanas y sidra. La magia sexual de la Edad Media encantaba una manzana (como la de Blanca Nieves) para despertar el deseo sexual en las doncellas. Y si una mujer dormía con una pequeña manzana entre sus muslos en el lugar más secreto de su anatomía y por la mañana se la daba a comer a un hombre ella se convertía en «la manzana de sus ojos» y él ya no miraría a nadie más.
3. Azafrán. Esta especia, el producto más caro del mundo, era muy utilizada como afrodisíaco en el mundo antiguo. Los griegos creían que su efecto era más potente en las mujeres y que una dieta rica en azafrán las volvía locas y les nublaba el entendimiento de tal manera que no pensaban más que en sexo. Los libros de medicinas del siglo XVII hacen referencias constante a la propiedad del azafrán para «poner cariñosas a las personas». Una receta afrodisíaca del sabio árabe Ibn Ali Mahamud consiste en una ensalada de azafrán, flor de naranjo, dátiles, zanahoria rallada y una yema de huevo cocida con miel, aliñada con aceite de oliva, sal y buen vinagre de manzana servida antes de la fiesta proporciona fuerza y resistencia, y si se sirve después aviva el deseo.
4. Vainilla. Su nombre parece ser un diminutivo de vulva. Su reputación como afrodisíaco se la debe a Madame Pompadour famosísima amante de Luis XV. Las malas lenguas decían que lo mantenía pegado a sus enaguas gracias a los postres que le preparaba aliñados con esta especia. Dos de los más famosos son: Nata batida: se bate nata hasta que adquiera una textura muy esponjosa, se coloca en una copa ancha una base de crema pastelera perfumada con canela y se remata con la nata batida, se espolvorea con canela. Chocolate con tropezones: se prepara un arroz con leche espeso cocido con varios palos de canela y el contenido de dos vainas de vainilla, en una copa se coloca el arroz con leche y de deja enfríar hasta que quede bien consistente. Sobre él se vierte chocolate caliente y espeso. Se sirven estos postres en pequeños recipientes para reponer fuerzas durante una sesión de sexo.
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