Lucas Fernández Peña y su legado histórico
El sur venezolano, más concretamente el municipio Gran Sabana y su capital, Santa Elena de Uairén, huelen a Lucas Fernández Peña. En estos espacios se recuerda, se honra su presencia y se respeta su memoria. Particular mención se hace al robusto tronco familiar que formó, cuidó, protegió y atesoró. En la actualidad reunidos en torno a honorables y respetadas familias Santaeleneras, muchas establecidas en La Gran Sabana o en Santa Elena de Uairén; otros, radicados en distintos lugares de Venezuela o esparcidos por el mundo llevando en sus entrañas, en su sangre y en su corazón el amor y el orgullo de ser descendientes de este insigne venezolano, llamado Lucas Fernández Peña.
Sin embargo, en nuestra opinión, el legado de Lucas Fernández Peña, el cual, sin duda, estuvo marcado por el compromiso, el sacrificio y la entrega sin condiciones, adquiere una nueva dimensión con la decisión de la Fundación que honrosamente lleva su nombre, de hacer público el primer tomo de sus Memorias; las que comenzó a escribir el mismísimo año de 1912, en Ciudad Bolívar, donde inicio el camino que lo llevaría luego a internarse de manera decidida en la profundidad de las selvas guayanesas y a vivir la experiencia que él mismo definió como un Viaje sin Retorno. Título premonitorio que dio a su importante Diario, el cual posiblemente, dejó de escribir en 1957.
Esta loable y plausible decisión de los descendientes directos de Don Lucas Fernández Peña, de hacer públicos los manuscritos de sus apuntes, no solo debe recibir un gran reconocimiento por el aporte que ofrece a la historia y la cultura regional; sino también, debe contar con el apoyo decidido e incondicional de todas las instituciones, públicas y privadas, nacionales, regionales y locales, a fin de concretar este proyecto, aún inconcluso, por su valor documental y testimonial. Promover la edición del resto de estos documentos, permitiría conocer y descubrir la visión de este ilustrado venezolano, que un día decidió abandonar las comodidades de su hogar, las bondades que ofrece la ciudad e internarse en la selva; más aún, si tomamos en cuenta que el contenido de la presente publicación, solo comprende el período inicial o de contacto de Lucas Fernández Peña con Guayana; es decir, la etapa en la que estuvo vinculado a las actividades y la región de explotación balatera: entre 1912 y octubre de 1915.
El difundido espíritu o faceta nacionalista de Lucas Fernández Peña, por ejemplo; el que hace referencia a su desventajosa, pero, exitosa defensa de la integridad de nuestro territorio frente al invasor británico, en cuyo recordado episodio solo estuvo acompañado por un puñado de indígenas Pemones, no solo debe ser difundido; sino, estudiado, conocido e incluido en la bibliografía histórica de las fronteras de nuestro país. Ello sin embargo, solo será posible con la publicación de sus importantes y muy bien escritos apuntes; en los que sin duda, encontraremos información testimonial de primera mano, a la que solo podrán acceder los investigadores con su publicación o con el depósito de los manuscritos, por parte de la familia, en los archivos oficiales de la república; alternativa, esta última, que en la actualidad no garantiza la organización técnica-documental para la consulta pública de los mismos; e incluso, se corre el riesgo de extravío, dada la carencia de recursos humanos y financiero, a ese fin, disponibles por parte del Estado venezolano en los actuales momentos.
Guayana exige de sus instituciones, públicas y privadas, la publicación de la totalidad de los apuntes o Memorias de Lucas Fernández Peña. El contenido de este primer tomo, nos da señales claras de lo mucho que aún tiene por decirnos y enseñarnos este viajero y explorador venezolano del siglo XX; que es como debemos considerar a Lucas Fernández Peña de ahora en adelante, según se desprende de la laboriosa, coherente, detallada e interesante información contenida en esta primera entrega de sus muy bien escritas y narradas memorias.
Sin duda, con la publicación de este primer tomo de las Memorias de Lucas Fernández Peña, la Fundación de su mismo nombre, introduce a su autor en el privilegiado grupo de hombres, que desde el siglo XVI se aventuraron a penetrar las intrincadas selvas guayanesas, algunos con éxito; otros murieron o debieron retroceder; pero previsivamente, muchos dejaron interesantes anotaciones donde dejaron plasmadas sus experiencias, luego convertidas en legado a la posteridad y fuente para el conocimiento científico de nuestras historias locales y regionales.
Lucas Fernández Peña, se encuentra entre los primeros, los que vencieron y domeñaron la selva. Él logró construir y dejar un legado. Hoy es parte fundamental de la Historia de Santa Elena de Uairén y de La Gran Sabana. Sin embargo, a partir de la publicación de sus Memorias, no solo, pasa a integrar la legión de Viajeros y Exploradores Venezolanos del siglo XX; sino, a constituir una fuente para el estudio y el conocimiento científico de la Historia de Guayana, Venezuela y el mundo.
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