Mientras que los familiares de un niño de apenas 11 años, se encontraban haciendo los quehaceres del hogar, el infante se fue a bañar a uno de los lagos de los Rápidos de Kamoiran, en Santa Elena de Uairén. Minutos después de haber disfrutado del agua, cuando se disponía a salir, se resbaló e impactó su cabeza contra una piedra, quedando inconsciente en el sitio. El hecho ocurrió el pasado lunes a las 5:00 de la tarde. Sus padres y tíos se dieron cuenta de la ausencia del menor y fueron a buscarlo, lo encontraron tirado en la piedra e inmediatamente lo llevaron al hospital más cercano, sin embargo, el esfuerzo fue en vano, pues el pequeño ya no presentaba signos vitales.
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