Hasta ahora los científicos chilenos no han dado una explicación del suceso que califican como «impactante y de gran magnitud», que ha dejado al menos 300 ballenas muertas al sur de Chile.
Los cetáceos quedaron varados en el Golfo de Penas, al extremo sur de Chile. Y a pesar de que el hecho se da a conocer recientemente, se evidenció el 17 de noviembre, cuando un grupo de científicos se encontraron con la escena.
En un suceso similar, ocurrido en mayo pasado se localizaron cerca de 30 cetáceos muertos en la misma región chilena, por lo que las principales hipótesis apuntan a una anormalidad en dicha zona.
Hasta ahora policías y científicos se encuentran investigando la causa que pudo haber producido la muerte en masa de estos animales.
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