Katmandú.- Un nuevo sismo de magnitud 7,3 golpeó este martes al ya devastado Nepal, con un saldo provisional de al menos 48 muertos y 17 en la vecina India, apenas quince días después del terremoto más devastador de los últimos 80 años en esa región.
Los residentes de la capital nepalí salieron corriendo de sus casas al sentir el sismo, durante un minuto, a las 12H35 locales. El epicentro del temblor se registró cerca de la frontera con China, a 76 km al este de Katmandú y a 18,5 km de profundidad, según el Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS).
La televisión nepalí mostró imágenes de edificios históricos meciéndose con las sacudidas, mientras que en las regiones rurales se informó de aludes.
Media hora más tarde del sismo se produjo una réplica de magnitud 6,3, según el USGS.
Este nuevo terremoto también se sintió en el norte de India, en particular en Nueva Delhi, a 100 km de distancia de Katmandú, donde los edificios temblaron y los empleados salieron precipitadamente de sus oficinas.
En Nepal, todas las muertes se produjeron en el distrito de Chautara, al este de Katmandú, que ya sufrió enormes daños durante el precedente terremoto del 25 de abril.
El aeropuerto de la capital nepalí fue cerrado durante varias horas. Por ahí llega el grueso de la ayuda internacional. El país necesita aún agua potable, alimentos y asistencia sanitaria tanto en la capital como en las zonas más aisladas, donde los afectados se cuentan por decenas de miles.
MUCHO MIEDO
En el primer terremoto del martes, el suelo tembló durante cerca de un minuto, y las sirenas empezaron a sonar, según una corresponsal de la AFP en Katmandú.
«Lo sentimos, y de pronto vimos cómo la gente empezaba a correr» aseguró Suresh Sharma, que se hallaba en un mercado de verduras en el momento del sismo. «Tenía mucho miedo, y me era muy difícil salir de ahí», asegura el hombre, de 63 años.
«Cuando se produjo el gran terremoto (del 25 de abril) salí corriendo de mi casa, y logré escapar con las justas. Este terremoto ha sido como aquel. No puedo creer que volvamos a pasar por esto», añadió.
«En el momento de una catástrofe natural como esta, tenemos que hacer gala de paciencia y valentía», declaró el primer ministro, Sushil Koirala, tras una reunión de emergencia de su gabinete.
RESIDENTES ATERRORIZADOS
Aunque este temblor no fue tan intenso como el del 25 de abril, muchos habitantes estaban aterrados ante la posibilidad de que los edificios -ya fragilizados por el anterior sismo- se vinieran abajo.
Pramita Tamrakar, que acababa de reabrir su tienda familiar de muebles, dijo que en cuanto empezó el temblor, salió corriendo hacia la calle junto a sus hijos de 8 y 12 años. «No entiendo lo que ocurre. Escuché en las noticias de anteayer que el riesgo era bajo, y que no iba a volver a ocurrir… Y ahora hemos tenido un gran terremoto. Tengo mucho miedo. Mis hijos tienen mucho miedo».
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