Con sus más de 10.000 km cuadrados de espectaculares paisajes, la Gran Sabana se ha convertido en un destino predilecto para miles de visitantes que deciden cambiar la rutina en los primeros días del mes de enero y dar así inicio al año nuevo.
APOSTAR AL TURISMO NACIONAL
En los últimos años, los venezolanos han decidido apostar con más fuerza al turismo nacional, en primera instancia por las dificultades de salir al exterior y porque resulta mucho más asequible movilizarse dentro del país.
José Calzadilla, upatense de nacimiento pero que asentó sus bases en Puerto La Cruz, se ha dedicado a inculcarle a su hijo los valores de apreciar y disfrutar los paisajes de Venezuela porque para él eso no tiene comparación alguna.
«Ya por mi edad no puedo echarme aquellos viajes maratónicos, es por eso que este año le di el carro a mi hijo para que siguiera la tradición de conocer la Gran Sabana en los primeros días de enero. Dejar de ir a la playa para venir hasta acá es cuestión de gustos, este es el lugar indicado para el que le gusta la naturaleza y que busca desconectarse un poco del ajetreado mundo», explicó.
GRAN INVERSIÓN
Para Rosady Figueredo, quien es de Caracas, viajar en esta época para la Gran Sabana significa cargarse de energías y ganas de aventurarse sin importar tener reservación alguna.
«Definitivamente esta es una aventura que todos deberían de vivir, venimos más de quince personas directamente desde Caracas y más de cuatro carros para hacer de este inicio de año algo único. Pero no es fácil, tenemos primero que adecuarnos al ambiente al que llegaremos, tenemos que invertir más de Bs 30.000 solo en equipamientos que incluyen linternas, morrales especiales, envases, carpas y muchísimas cosas más».
«16 HORAS DE VIAJE»
Figueredo resalta el hecho de tener que viajar por más de dieciséis horas con el fin poder llegar hasta la población de Santa Elena de Uairén, al sur del estado Bolívar.
«No es tarea fácil, es por eso que estamos equipados con un GPS que nos va orientando para no perdernos, desde Caracas son unos 1.400 kilómetros de distancia por tierra y unas 16 horas de viaje, claro, vamos haciendo paradas cada cierto tiempo, es por eso que llegamos en dos días, primero manejamos directo hasta Puerto Ordaz, que son aproximadamente nueve horas, para luego tempranito en la mañana salir directo a Santa Elena y manejar por siete horas más, lo bueno es que los paisajes en la vía son espectaculares, no tienen comparación alguna con otra carretera de Venezuela».
«ES OTRO MUNDO»
Josué Rodríguez, caraqueño que ha visitado estas tierras por más de dos años, considera que la Gran Sabana es «otro mundo» porque sus bellezas naturales son únicas.
«Muchos venezolanos prefieren irse a la playa, yo prefiero venir hasta acá, a pesar de que es muchísimo más lejos, el viaje vale la pena, el clima, los paisajes y la energía que tiene la Gran Sabana no tiene precio. Con las personas que viajo estamos conscientes de que queremos es hacer un turismo sano, sin dañar el ecosistema, es por eso que estamos equipados con nuestras bolsas de basura para poner todo en su lugar, además de eso, tenemos jabones biodegradables que no contaminan el agua y todos los productos son amigables con el medioambiente».
ESPECTÁCULOS NATURALES
La carretera internacional «Troncal 10», llevará a los turistas hasta el parque Canaima, recorriendo las localidades de Upata, Guasipati, El Callao, Tumeremo, El Dorado y Las Claritas.
Al poco tiempo de dejar el pueblo Las Claritas, justo en el Km 88 comienza la naturaleza a hacer alarde de su elegancia.
Una enorme piedra de aproximadamente 80 mts de altura se levanta hacia un lado de la carretera y es la denominada «Piedra La Virgen», la que para muchos marca la entrada a la majestuosa Gran Sabana.
Allí muchos turistas acostumbran a hacer su primera parada, para apreciar la mancha que hace alusión a una virgen, visitar el santuario a los pies de la roca para prenderle una vela a la Virgen de Lourdes, escuchar las innumerables leyendas que envuelven y se desprenden del lugar y disfrutar del manantial cercano que la recorre.
La carretera se vuelve cada vez más empinada y así lo han constatado muchos de los turistas que han pasado por esta vía. De ahí en adelante los paisajes no tienen comparación.
CON VEHÍCULOS «4X4»
A algunos de los lugares de mayor atractivo de la Gran Sabana se llega únicamente en vehículos de doble tracción (tal es el caso de lugares como Torón y Toroncito, Salto Sakaika, Salto Anaway, Salto Käk, el pueblo de Paraitepuy de Roraima, y varios sitios de interés en la vía hacia Ikabarú) y es por eso que se observan gran cantidad de estos vehículos por esta zona.
Los saltos más importantes y que se pueden alcanzar sin necesidad de vehículos de doble tracción, son el Salto Kamá o «Kama-Merú» en idioma pemón, Quebrada Pacheco o «Arapán-Merú», y Quebrada de Jaspe o «Kako Paru».
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