Para evitar que lo lincharan la GNB lo arrestó

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Un grupo de efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) se desplazaban a bordo de una patrulla por la avenida Guarapiche, en Unare I, cuando fueron alertados sobre la irregularidad, los moradores tenían sometido a un sujeto y lo iban a matar a palazos y golpes.

Los comisionados atendieron al llamado de los denunciantes y se acercaron hasta las adyacencias de la escuela Auyantepui, donde tenían acorralado al hombre.

Minutos antes, a eso de las 8:00 de la mañana, el tipo señalado en compañía de otro habían interceptado a un señor y haciendo uso de un arma de fuego lo despojaron de sus pertenencias. En la huida fueron perseguidos por un grupo de hombres que viendo la injusticia que habían cometido, pretendían hacer justicia con sus propias manos.

Uno de los criminales logró huir pero este, Ángelo José Orellana Rojas, de 26 años, fue alcanzado por la turba enardecida.

Los efectivos de la GNB adscritos al Destacamento 625 y asignados al Punto de Control Fijo Carpa Unare, efectuaron la aprehensión del sujeto dejándolo en manos de la fiscalía correspondiente. En el procedimiento se le incautó un arma de fuego tipo pistola, calibre 22 milímetros.

Otros ladrones

En esta misma semana, un hombre y un adolescente, fueron capturados en el Bloque 13 del sector II de Unare II, en Puerto Ordaz, por uniformados de la referida unidad castrense. Los caídos fueron señalados como los autores de un robo perpetrado a una fémina.

La víctima se acercó hasta la sede de la Carpa Unare para denunciar el delito, minutos luego de haber sido robada y tras dar las descripciones exactas de los tipos que la habían agredido, los castrenses pudieron ejecutar el procedimiento.

Los mismos habitantes de este sector señalaron la dirección donde vivían el par de pillos pues parece que no era la primera vez que delinquían en las adyacencias de su propia comunidad. Los lugareños cansados de ser víctimas de estos azotes no dudaron en develar su escondite.

Los aprehendidos fueron identificados como Jason José Jimenez Rojas, de 20 años y un adolescente de 15. Quedaron a la orden de la fiscalía 2° y 9° respectivamente.

 

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