El número 10 de «La Vinotinto», Ronald Vargas, se unió desde muy temprano a la concentración en la Isla de Margarita con la única misión de representar a Venezuela en la Copa América que iniciá el próximo 11 de junio.
Vargas ha sufrido muchas lesiones que le quitaron la etiqueta de indiscutible en el combinado nacional.
«Tuve la oportunidad de firmar en Turquía por 10 meses con un equipo pequeño, al que llegué con la misión de ganar continuidad. Se me dio e incluso me gané el regreso a la selección en los últimos amistosos», dijo Vargas al periodista Juan Sifontes Sousa. «Ahora tengo la oportunidad de ir a una Copa América, en el equipo (Balikesirspor) no nos jugábamos muchas cosas y terminé rescindiendo para estar acá para pelear por un puesto entre los 23», agregó el jugador.
El venezolano finalizó, de mutuo acuerdo, su vínculo con el club turco y es uno de los cinco legionarios que han estado entrenando en el Centro de Alto Rendimiento, en su caso desde hace más de una semana. «Los trabajos son bastante fuertes, pero en lo personal, era lo que necesitaba», apuntó.
«Físicamente me podía sentir bien, pero no tenía la explosividad de antes, por eso llegué temprano, para tratar de alcanzarla de nuevo. Mi mejor estado físico lo tuve cuando jugué en Caracas y fue con este mismo cuerpo técnico», prosiguió el mirandino, que se entregó al trabajo de Rodolfo Paladini, preparador físico de la selección nacional.
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