Salvajemente agredido perro cuidador de Residencias La Ceiba en Puerto Ordaz

Un perro mestizo adoptado por los habitantes del Conjunto Residencial La Ceiba, en el sector Villa Central de Puerto Ordaz, fue salvajemente agredido casi hasta la muerte este miércoles al final de la tarde por un grupo de jóvenes.

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Un perro mestizo adoptado por los habitantes del Conjunto Residencial La Ceiba, en el sector Villa Central de Puerto Ordaz, fue salvajemente agredido casi hasta la muerte este miércoles al final de la tarde por un grupo de jóvenes.

Aquí ocurrió el acto de «valentía» contra manchas

Según narraron vecinos del referido urbanismo,  todo se inició cuando uno de los agresores, que también habita en La Ceiba, sacó a sus tres perros de raza Pincher, dos machos y una hembra la cual estaba en celo.

El canino cuidador, bautizado como “Manchas”, se le acercó por instinto a la hembra en celo, lo que generó que peleara brevemente con uno de los machos que estaban sueltos, que por ser mucho más pequeño resultó mordido.

Esto desató la furia del propietario del animalito lesionado, quien en vez de correr con su mascota para llevarlo a un veterinario que lo atendiera, prefirió como “solución” asesinar a Manchas,  contando con la ayuda de otros tres sujetos para perseguirlo por todo el estacionamiento.

Los cuatro jóvenes, supuestamente menores de 30 años y al parecer bajo efectos de alguna sustancia cuando menos alcohólica, porque de lo contrario no se explica tan ilógica reacción, intentaron arrollar al can con un vehículo Ford Fiesta de color gris, pero como el perro se subió a la acera, decidieron descender del carro y golpearlo con palos, piedras y cualquier objeto contundente que hallaron a la mano.

En defensa

Al escuchar los chillidos de dolor de Manchas, varios vecinos bajaron de las tres torres que componen el conjunto residencial y exigieron que se detuviera el inhumano linchamiento del animal, el cual emitía fuertes quejidos, a lo cual se negaron los agresores alegando que este era un perro callejero sin dolientes (¿Y sin derecho a la vida?).

La negativa conllevó a que los defensores del perro cuidador tuvieran que enfrentarse a los violentos hombres, quienes delante de todos los que salieron de sus apartamento por el escándalo, los amenazaron y advirtieron que les iban a “enseñar a respetarlos”, entendiendo ellos por respeto el permitirles hacer lo que les venga en gana como salvajes.

En medio de la trifulca, una de las conserjes de La Ceiba logró abrir el portón del estacionamiento, permitiendo así que el aporreado Manchas huyera con rumbo desconocido y pudiera salvar su vida.

Horas después, otros habitantes de estos edificios lo hallaron en la urbanización Villa Colombia, lo subieron a un vehículo y lo trajeron de vuelta al conjunto residencial para darle los primeros auxilios, encontrándose de nuevo con los agresores, quienes advirtieron que sin importarles nada, lo matarían si lo veían allí.

Por este motivo protectores de la Fundación de Protección y Bienestar Animal de Ciudad Guayana (Fundaproba), acudieron de emergencia a La Ceiba y se llevaron a Manchas, también en medio de insultos y amenazas de los cuatro “guapos y alzados” que impusieron su salvajismo, violencia y crueldad por encima de las más de cien familias que habitan en estos tres edificios.

Se conoció que luego de la paliza que le dieron al perro cuidador, fue que los agresores se acordaron y preocuparon por llevar al veterinario a su Pincher mordido, el cual después de ser atendido se encuentra fuera de peligro.

¿Humanos o animales?

Una pelea entre perros en la lucha por una hembra en celo se enmarca dentro de la naturaleza canina, y aunque a todos los que posean mascota les duela y angustie que esta sea agredida por otro, se supone que la reacción de los seres humanos ante una situación así debe ser distinta a la de los animales; pensar y no actuar por instintos.

¿Si en vez de la mascota, es el hijo pequeño quien pelea con otro niño en el preescolar y sale perdiendo, también reaccionarán golpeando sin compasión al otro infante?

¿Soluciona algo asesinar a un perro porque este peleó con el mío? ¿Cumplen los propietarios de mascotas con sacar a pasear a sus perros con correas para evitar que estos peleen con cualquier otro animal o incluso muerdan a alguna persona?

Cuentan los vecinos de La Ceiba que desde que Manchas fue adoptado y vive en el estacionamiento de dicho urbanismo, se erradicaron los hurtos de baterías, cauchos y otros delitos que ocurrían allí, ya que el canino es un excelente vigilante, que además reconoce a los moradores del conjunto, por lo cual cuando ladra es porque hay alguien extraño.

¿Será que a algunas personas les conviene que el animal no esté en el lugar para ladrar, y así advertir de cualquier irregularidad?

Jurisprudencia

La agresión cometida por estos “valientes e inteligentes ciudadanos” recuerda el caso de Deivis Rojas Luzardo, en el estado Zulia en 2014, quien asesinó cruelmente a un perro de la calle y lo lanzó a un basurero, acción que tuvo testigos y fue denunciada, por lo cual el implicado fue llevado a juicio y resultó condenado.

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