Un saldo de 11 militares muertos y 19 heridos dejó un ataque de las FARC a las filas del ejército colombiano que se encontraban en el suroeste de ese país, aún después del cese al fuego unilateral anunciado por los rebeldes en diciembre, por lo que el presidente Juan Manuel Santos autorizó el bombardeo a los campamentos de la guerrilla.
«He ordenado a las Fuerzas Armadas levantar la orden de suspensión de bombardeos a los campamentos de las FARC hasta nueva orden», dijo el mandatario desde Cali.
«Que les quede claro a las FARC que no me voy a dejar presionar por hechos infames como éste para tomar una decisión de cese al fuego bilateral», enfatizó Santos. «El incidente fue producto de un ataque deliberado y viola la promesa de la tregua unilateral», agregó.
El ejército informó que los militares fueron atacados por las FARC «con artefactos explosivos, granadas y armas de fuego» cuando se encontraban durmiendo en un polideportivo.
Según el reporte oficial, la matanza se produjo a la medianoche del martes en el municipio de Buenos Aires, en el departamento de Cauca y a unos 330 kilómetros al suroeste de Bogotá.
La guerrilla respondió pidiendo un cese al fuego, alegando que el ataque es consecuencia de la «ofensiva permanente de las tropas oficiales contra nuestras unidades».
Con información de AP
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