La mañana de este jueves, la avenida Manuel Carlos Piar, que atraviesa gran parte de San Félix, fue escenario de fuertes disturbios y saqueos perpetrados por habitantes de las comunidades aledañas, quienes exigían el derecho a la libre alimentación y la reducción inmediata del precio del pasaje de las unidades públicas, que por trasladarlos hasta Puerto Ordaz cobraban hasta 50 bolívares.
Todo comenzó cuando compradores que permanecían desde tempranas horas haciendo una cola en el supermercado Uniferia, con el objetivo de poder adquirir algunos productos básicos escasos, vieron la espera interrumpida por efectivos policiales de la zona, exigiendo que desalojaran el local porque «supuestamente», no había llegado la mercancía.
Afectados por la irregularidad, alzaron sus voces como señal de protesta reprendiendo la negativa por parte de los cuerpos de seguridad, formando una trifulca con palos, botellas y otros utensilios, lo que ameritó un despliegue de todos los Centros de Coordinación Policial (CCP) de la ciudad para calmar la situación, que por más de cuatro horas mantuvo en vilo a los transeúntes. Estos, a pesar de la presencia de los funcionarios, intensificaron la escena intentando saquear varios camiones que pasaban por el lugar.
El comercio ultrajado, de dueños asiáticos, se encargaba de distribuir alimentos secos, congelados y artículos para el hogar; en él ingresó la multitud desesperada derribando la santamaría. Pocos minutos después, varias patrullas y unidades tipo «Tanqueta», intentaron dispersar a alrededor de 1000 personas con tiros al aire, sin importar la presencia de niños y jóvenes que permanecían en el lugar.
Luego del saqueo los cuerpos de seguridad desplegaron un operativo para dar captura a las personas que participaron en la actividad delictiva, llevándose detenidos a 30 individuos aún por identificar. El comisario Héctor Fuenmayor, comentó que «en la ciudad se activó un plan de prevención y resguardo, que ameritó el cierre total de todos los establecimientos para evitar disturbios que pongan en jaque a la población guayanesa».
TRANSPORTISTAS HABLARON
Luis Reyes, conductor de una unidad de transporte, declaró que el aumento del pasaje en las rutas se debe a la escasez de repuestos y al aumento excesivo de sus costos, puesto que la proveeduría socialista implementada por el gobierno venezolano, para frenar el flagelo, ha solucionado el problema en un 10 %, dejando el 90 % restante a «la deriva», teniendo que tomar medidas que realmente les permitan cubrir la demanda de cauchos, luces, bujías y demás piezas, que superan el 200 % de inflación en comparación con los precios del año pasado.
«No es que queramos ver perjudicados a los usuarios, porque gracias a ellos uno puede llevar el pan a la casa, pero la necesidad tiene cara de perro», explicó Reyes, argumentando que si la empresa del estado tuviera suficiente inventario, el precio real del pasaje costaría apenas 8 bolívares.
Víctor Ruiz, bajo la consigna «el pueblo molesto reclama su derecho», aseguró que de seguir esta problemática del aumento, empezarán a quemar unidades de transporte públicas y privadas «para ver si de una vez por todas el gobierno» pone mano dura a esta ilegalidad, que afecta diariamente a los transeúntes, quienes tienen que esperar hasta tres horas para subirse a un autobús, debido a la ausencia de estos en las rutas.
«TENEMOS HAMBRE»
Nelly Azócar, habitante de San Félix, señaló que desde hace varios días ha tenido que darle de comer pumalaca a su hijo de tres años, debido a que no consigue la leche ni el alimento necesario para su desarrollo, presentando por esto un cuadro de desnutrición. «Estamos cansados de esta situación. Nos estamos muriendo de hambre y el gobierno no hace nada», reclamó.
Residentes comentaron que se sienten burlados por las autoridades, alegando que «no le colocan el ojo» a las irregularidades presentes en el país, ratificando a su vez que son comunidades «chavistas» desde el año 1999. En el lugar también hicieron acto de presencia efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Policía del Estado Bolívar (PEB) y Patrulleros del municipio Caroní.
A BOMBAZOS
Cerca de las 9:00 de la mañana, cuerpos de seguridad dispersaron la manifestación con el lanzamiento de bombas lacrimógenas que causaron varios desmayos en algunos de los presentes, quienes en vista de la fuerte represión, solicitaban la presencia del alcalde José Ramón López y del gobernador del estado, Francisco Rangel Gómez, para ponerle fin a la situación que atentaba contra la integridad física de los presentes.
«Si Chávez estuviese vivo no hubiésemos llegado a manifestar, porque sea como sea, él hubiese resuelto las necesidades del pueblo», aseveró un joven que no quiso identificarse por temor a represalias, agregando que «Venezuela da lástima. Ve hasta donde hemos llegado», dijo refiriéndose al alto precio de los productos, en especial de la harina PAN y el espagueti de cualquier marca, cuyos precios oscilan entre los 200 y 250 bolívares, y si se encuentran.
Por su parte, Roberto Carrasquel, director del Comisionado Nacional de Capellanía y Derechos Humanos, señaló que ningún efectivo de seguridad tiene orden de disparar contra la población, por órdenes de lo establecido en las leyes venezolanas que se rigen bajo la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV). «Los acontecimientos violentos registrados hoy se salen de nuestras manos».
La manifestación dejó como saldo un joven fallecido, que quedó identificado como Gustavo Jesús Patiñez, de 21 años, y varias personas heridas, además de los detenidos. Familiares de la víctima fatal comentaron no saber las causas que motivaron el homicidio, ni la identidad del responsable.
PUERTO ORDAZ EN ZOZOBRA
Aunque el epicentro del saqueo y el desorden público era San Félix, los habitantes de Alta Vista, en Puerto Ordaz intentaron hacer lo mismo de este lado de la ciudad. Sin embargo, los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la Policía del estado Bolívar (PEB) detuvieron tal acción.
Supermercados como el Bicentenario, en el Centro Comercial Zulia y la farmacia Locatel intentaron ser saqueados. Los dueños de dichos establecimientos cerraron inmediatamente sus puertas por temor a una arremetida de las personas, que enardecidas, entraban en estampida a los centros de comercio.
Poco después de las 10 de la mañana las paradas de autobuses estaban abarrotadas de pasajeros, que en un instante desalojaron los locales comerciales en los que trabajan.
El pánico se expandió a tal punto, que en las estaciones de servicio se observaron colas kilométricas por todo Puerto Ordaz. Los comentarios de las personas parecían darle más leña al fuego, avivando el ambiente hostil que se vivía, «esto era lo que quería el presidente», «así es que hay que reaccionar», formaron parte de las expresiones que se lograban escuchar por todos lados.
Yeximar Vallé, habitante, indicó que durante la mañana el supermercado Bicentenario de Alta Vista estaba en total normalidad, explicando que logró hacer la cola y comprar los productos de primera necesidad. Agregó que aunque muchos dueños angustiados y desesperados cerraron sus establecimientos, los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana llegaron a tiempo para calmar a las personas que querían saquear. Pasadas las 12 del mediodía ya era notable la calma en la ciudad, las calles se observaron solitarias y no fue necesario el toque de queda.
Varias cuentas en la red social Twitter señalaban que los fuertes disturbios dejaron un saldo de tres muertos y varios detenidos. Sin embargo, El Diario de Guayana constató que el saldo fue de un muerto y 10 detenidos preventivos, quienes fueron liberados horas después del hecho.
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