Solicitan a Fiscal Nacional para pesquisar muerte de Joel Alcalá

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Tras el crudo asesinato consumado la mañana de este lunes en la avenida Caracas, en Puerto Ordaz, donde resultó muerto el sindicalista Joel Alfredo Alcalá Luna, de 53 años, son muchas las versiones que se han presumido pero serán los expertos en homicidios, quienes den con el rostro de los gatilleros.

Una fuente de la policía científica develó que en el círculo laboral que rodeaba al hoy occiso están los primeros sospechosos, que serán llamados “a capítulo” para darle forma al esclarecimiento del repudiado hecho.

No se presume de nadie hasta ahora pero son firmes al determinar, que los plomazos se los dieron con venganza sindical.

Se conoció también que una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Caracas, arribó la mañana del martes a Ciudad Guayana para encargarse directamente de las averiguaciones concretas del homicidio.

Alcalá tenía pocos minutos de salir de una reunión con la gerencia general de Bauxilum e iba en dirección a su residencia, ubicada en el sector Core 8, cuando fue abordado por el par de pistoleros que se transportaban en un vehículo de dos ruedas.

Aprovecharon la reducción de velocidad del sindicalista en el cruce de un semáforo, para precisarlo desde la puerta derecha de la camioneta y descargarle al menos, cinco tiros certeros. El parrillero fue el autor material del crimen.

Sicariato

En una rueda de prensa, realizada en la oficina de Corpoalum, en Alta Vista, representantes del sector aluminio, rechazaron contundentemente el asesinato del trabajador de Bauxilum.

Ángel Marcano, presidente de Corpoalum y Alcasa, repudió el lamentable suceso e indicó que “no es cultura de la clase obrera, responder con violencia a las diferencias que puedan existir… una muestra de ello, es la discusión  de las dos últimas Convenciones Colectivas de trabajo del sector aluminio, las cuales se han firmado sin necesidad de actos violentos, porque existe lealtad entre nosotros los trabajadores”.

También aseguró sin titubeos, que la muerte de Alcalá responde a un caso de sicariato. Según, hubo testigos en la escena del crimen que dejaron sin efecto la hipótesis del robo y observaron a distancia la maniobra de los verdugos, que al parecer tenían precisada a su “presa” desde mucho metros antes.

Anunció que se solicitó ante la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, la asignación de un Fiscal Nacional –que no fuera del estado Bolívar- para que se encargara personal y exhaustivamente de las investigaciones del crimen del dirigente sindical.

Así mismo, el titular de Corpoalum, hizo un llamado a los organismos de seguridad del estado, a aplicar el mayor peso de la ley a los actores intelectuales y materiales del hecho: “Vamos a poner toda la fuerza necesaria para que no haya impunidad en el caso de Joel Alcalá”.

Por otra parte, Luis Augusto Jiménez y Juan José Méndez, presidentes de Venalum y Carbonorca, respectivamente, no solo se solidarizaron en el repudio al asesinato de Alcalá sino que manifestaron su apoyo incondicional a la familia del hoy occiso.

Otra versión

Fuentes extraoficiales asomaron ante los órganos policiales una nueva pista que podría dar con los autores materiales del hecho y es que según allegados al fallecido, hace un mes Alcalá fue atracado por un grupo de hampones en San Félix.

A partir de tal hecho, él logró reconocer a dos de los criminales que pertenecen a una peligrosa banda que opera en la entidad y expuso sus descripciones ante la ley.

Supuestamente, dos fulanos de ese grupo criminal resultaron abatidos días recientes, por comisiones mixtas que operaron bajo el plan de Operación para la Liberación del Pueblo (OLP).

La muerte de Alcalá pudo ser también a partir de una venganza de líderes criminales, que decidieron asesinarlo por “sapearlos” ante un grupo de exterminio del estado.

Nada es oficial y hasta ahora, cobra más fuerza la hipótesis de venganza sindical. Las autoridades empresariales dispusieron toda su maquinaria para que sean atrapados y condenados los asesinos de un trabajador de la región, que hoy es el rostro de tantos que son liquidados –a diario- injustamente por el hampa descontrolada que opera en Guayana.

«ESTAMOS DESAMPARADOS»

Henry Arias, secretario general del sindicato de CVG Alcasa (sintralcasa), quien también acompañó a los presidentes del sector aluminio, rompió protocolos y admitió que hay un problema de violencia tan profundo en Guayana que deja a los trabajadores a la merced de la delincuencia.

«No se trata solamente de Joel Alcalá. Entre Venalum, Alcasa y Carbonorca, nos han asesinado 8 trabajadores en sus paradas esperando el transporte», precisó.

El dirigente denunció que en reiteradas oportunidades, les han secuestrado autobuses cargados de trabajadores adentro para atracarlos.

«Ojala esa Fiscalía Nacional que se solicita pueda hacer una auditoría interna a los cuerpos policiales de la entidad porque realmente, nosotros estamos desamparados».

Arias llamó a la reflexión y quebrantó con toda manifestación política, instando a unir fuerzas para combatir la violencia. «Hoy fue Joel, mañana podemos ser cualquiera de nosotros».

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