Subpolítica, mala economía e inseguridad

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Cuando países del mundo desestiman el conocimiento técnico, profesional, investigativo, académico actualizado, constante, imparcial, intenso, complejo, que aplique el descongelamiento de saberes estancados para reaprender discernimientos de aplausos mundiales por el esfuerzo de las luces, cualquier pretendido sistema de gestión se desploma, se agrieta, se atomiza y desaparece. Desde las organizaciones privadas, pasando por los gobiernos y las sociedades civiles ordenadas caen en la indigencia contrainstitucional, lo afuncional lidera, la desvalorización prevalece, cuando lo referido acaece. Toda teoría sabia se vuelve un rezo risible, agrietado, ortodoxo, desganado, denso, hastiado, mecánico, intragable, insoportable e inaplicable. Mucho más grave aún, cuando el tema que tocamos es el de la economía o su par de importancia la seguridad. Por ejemplo, en Japón como todos sabemos el nivel cognitivo integral de un policía, un juez y de un docente es más importante para una sociedad que un gabinete gubernamental. Porque esas estructuras colectivas con elevada calidad, digo la seguridad y el producto integral de las nuevas generaciones profundamente educadas, simplemente otorgan la vida y el futuro de una nación, que son sus pilares fundamentales, sus prioridades.

Igual lo realiza Finlandia, que sin recursos naturales hizo del país un piso de disciplinas científicas y hoy es potencia tecnológica en telefonía celular y poseen un sistema educativo de punta, soberano y destacado.

Si en fases degenerativas graves donde elementos bacterianos poderosos han infectado las plataformas que deben brindar paz (la seguridad) y bienestar (la economía) y se actúa de modo natural, espontáneo, indiferente, sin emergencias, por parte del poder que debe moralmente remediarlas, permitiendo que el contraejemplo se imponga, los organismos irremediablemente descienden, se abren inflexiones y fenecen. En el ámbito público cuando la política media o baja con su metamorfosis contumaz al sentarse en el trono del poder y trémula por el terror de perderlo subordina la coherencia y la claridad del experto, del especialista, del preclaro, del revelador y ejecutor de soluciones al interés politiquero, se hunde el barco de cualquier República.

Ponderemos cómo Dilma Rousseff por encima de su doctrina ideológica se acerca a Obama y negocia biocombustible brasileño por la vasta capacidad de su territorio idóneo para garantizar esa energía, a cambio de colocar a sus nuevas generaciones más destacadas en las mejores universidades de EEUU, que detentan, entre otros países, los mejores laboratorios prospectivos del globo y de ahí derivan los inventos y las tecnologías puntales que ganan los mercados intercontinentales. Por cierto, lo mismo harán una vez formados los brasileños con su región, captar el mercado sobre los demás países competidores de su geografía.

Este análisis primario y evidente lo podemos develar paseando el mapamundi, casos como en un mismo suelo, semejantes, vecinos, existen varios países iguales en oportunidades y por someter el conocimiento al maquiavelismo crece la pobreza y la criminalidad atroz. Podemos citar las contingencias de bandas punibles devastadoras en El Salvador, en Honduras, en México, mientras que en Costa Rica con fallos originales, estructurales, dirigidos a las luces formativas de la nación, este país hoy es referencia hemisférica y global de respeto, prestigio, paz, tranquilidad, bienestar creciente y serenidad convivencial.

Se aprecia en regiones marítimas como en el Caribe, donde la pobreza y el crimen asolan a Haití, mientras que las Islas Caimán, Jamaica, Aruba, Curazao, más diminutas, viven de las finanzas y el turismo con una naturaleza similar.

Doctor en Patrimonio Cultural
Postdoctor en Ciencias Sociales
Postdoctor en Estudios Políticos
Profesor UCV/Unimet/ULAC

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