Tips EDG: ¡Cuidado con los hisopos!

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Durante años las madres nos han enseñado que debemos limpiar nuestras orejas regularmente utilizando un hisopo o cotonete, sin embargo, los otorrinolaringólogos indican que bajo ningún punto de vista debemos utilizarlos para limpiar nuestras orejas. ¿Por qué? Es que al insertar un hisopo en el oído no hacemos más que empujar la cera hacia adentro. Esto hace que, además de crear un tapón auditivo, con el tiempo seamos propensos a infecciones y enfermedades auditivas como otitis, laberintitis, entre otras.

¿PARA QUÉ SIRVE LA CERA DE LOS OÍDOS?

El oído es un órgano que tiene la particularidad de limpiarse a sí mismo. Posee unas glándulas llamadas «ceruminosas» que producen el cerumen. Esta sustancia no solo lubrica el conducto auditivo externo sino que también lo mantiene perfectamente limpio. Además, el oído cuenta con «cilios», unos vellos muy particulares que al moverse hacia afuera van empujando todas las partículas extrañas que provienen del exterior.

Cuando se generan cantidades excesivas de cerumen debe consultarse a un especialista y debes evitar a toda costa introducir algún elemento dentro de tu canal auditivo para quitarlo.

Ahora ya lo sabes, nunca utilices hisopos para limpiar el interior de tus oídos. Pero sí los puedes usar para la superficie exterior de tu oreja, ya que en sus pliegues del cartílago se suele acumular suciedad.