-Él tenía días que no salía de su casa…
Eso murmuraba todo aquel que rodeaba el cadáver de Emiliano Jesús González Velásquez, de 17 años.
El adolescente intentó protegerse con su mano derecha y parar el único proyectil que iba directo hacia él, pero eso no sería suficiente: el disparo fue certero y perforó gran parte de su cabeza.
Cayó boca arriba en el sector Unare III de Puerto Ordaz; específicamente en los espacios de la cancha Yuruari, no tardó demasiado en morir.
LO DEJARON SOLO
Cuando el individuo que asesinó a Emiliano escapó del lugar, algunos corrieron para resguardarse y otros salían de sus casas para constatar lo ocurrido.
Eran las 12:30 del mediodía de este sábado y algunos llamaban a los operadores del Servicio de Emergencias 1-7-1.
Para el instante en que los efectivos del Centro de Coordinación Policial (CCP) Unare arribaron a la escena del crimen, ya estaba repleta de espectadores, pero quienes acompañaban al jovencito no estaban.
JUGARÍA UN TORNEO
Testimonios de los testigos dieron cuenta a las autoridades de que Emiliano estaba reunido con un grupo de amigos en la cancha.
Al parecer, participaría en un torneo de fútbol que no tardaría en comenzar, cuando el verdugo llegó, lo llamó y después lo ejecutó.
En el sitio nadie logró reconocerlo, o al menos eso dijeron a los estadales por temor a represalias.
Entre tanto, los sabuesos del Eje de Investigaciones de Homicidios que iniciaron las pesquisas buscan determinar los nexos del difunto con su atacante.
Por ahora, rastrean al responsable de la arremetida para así corroborar si estaba enemistado con Emiliano o si solo fue contratado para matarlo.
No estudiaba
Los familiares del fallecido no tardaron en enterarse de la noticia e informaron a los oficiales que residía en el apartamento 02-02 del bloque 32, en Unare.
También comentaron que no trabajaba ni estudiaba, pues “solo se dedicaba por completo al deporte”.
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