En menos de tres meses se suscitó un segundo accidente laboral en la Compañía Operadora del Puerto de Palúa (Copal), ubicada en el muelle de CVG Ferrominera del Orinoco.
Ayer en horas de la mañana perdió la vida Luis José Patris, de 48 años. Trabajadores de la empresa, quienes prefirieron no identificarse, comentaron que Luis estaba reparando un motor cuando repentinamente cayó desde una altura de 15 metros. El hombre terminó dentro de una cesta que utilizan para cargar material. Los empleados indicaron que permaneció agonizante en el sitio alrededor de veinte minutos, hasta que llegó la ambulancia. Fue trasladado por los paramédicos hasta la Clínica Palúa, donde los galenos de guardia informaron su deceso.
La masa laboral señaló que Luis vivía en Las Américas y tenía un mes trabajando para Creed, una contrata china que opera en el muelle. Resaltaron que no tenía puestos los equipos de seguridad necesarios para realizar trabajos de altura.
El pasado 24 de febrero falleció Reiner Rafael Campos Salas, de 29 años, quien estaba haciéndole mantenimiento a una chumacera, cuando repentinamente la cinta transportadora donde estaba montado se activó y causó la caída del trabajador desde una altura de 12 metros. Reiner, al igual que Luis, no tenía ningún implemento de seguridad, como un arnés, elemento de protección para trabajos con riesgo de altura.
INPSASEL NO ATENDIÓ EL LLAMADO
En aquella oportunidad la masa obrera denunció la violación de la Ley Orgánica de Prevención y Medio Ambiente de Trabajo (Lopcymat). Explicaron que los patronos de las diferentes contratas hacen caso omiso a las denuncias e incluso los tildan de «flojos y guarimberos», cuando hacen algún reclamo exigiendo seguridad laboral, siendo esto responsabilidad tanto de los encargados de las contratas, como de las empresas, quienes están en el deber de exigirles a los contratistas que doten al personal de equipos de seguridad.
Así mismo, el pasado 24 de febrero, quienes se encontraban a las afueras de la Clínica Palúa hicieron un llamado urgente al Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laboral (Inpsasel), ente encargado de garantizar que los empleados laboren en un espacio con óptimas condiciones de trabajo, señalando que de seguir las fallas en la seguridad laboral, «otro de nosotros podría ser el próximo muerto».
Esto fue una advertencia que al parecer de nada sirvió, pues los jefes y patrones «se volvieron hacer los locos», actitud que quizás por temor a ser despedidos los trabajadores ignoraron, continuando sus labores normalmente.
«Lo que está en juego son vidas humanas»
Con dolor y preocupación, los compañeros de trabajo de Luis formularon nuevamente un llamado a Inpsasel, destacando que ya van dos muertos en lo que va de año. Sin mencionar los incidentes menores que han ocurrido dentro de la empresa. «Lo que está en juego son vidas humanas, padres de familia que necesitan trabajar para llevar el pan a su hogar. No queremos otra muerte que enlute otra familia, ya basta», puntualizaron, alegando además que en las instalaciones no han dado la orden para el ingreso de supervisores de inspección.
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